Uno de los puntos más complejos del diagnóstico animal es la dificultad para poder saber, con exactitud, qué problema de salud está padeciendo. Aunque, como dueños, siempre conocemos e interpretamos el comportamiento de nuestros animales, un buen análisis necesita de muchas más certezas. Para esto, como veterinarios, debemos apoyarnos en pruebas especializadas y el uso de la tecnología.
En ese sentido, la resonancia magnética es una poderosa herramienta de diagnóstico, puesto que se ajusta a todo tipo de animal y nos ofrece una aproximación bastante certera del estado de salud de la mascota; por ello, hoy vamos a conocer las principales ventajas de este examen.
Un examen de diagnóstico preciso y seguro
La resonancia magnética es una herramienta de diagnóstico que se basa en la utilidad de los campos magnéticos, sin necesidad de recurrir a procedimientos invasivos. Ofrece imágenes computerizadas de todo el campo, sin alterar el organismo y, sobre todo, sin efectos adversos.
A diferencia de los Rayos X, la resonancia magnética no requiere del posicionamiento del animal de determinada manera. De hecho, ofrece una visión completa desde cualquiera de los planos gracias a una perspectiva espacial.
Esto último, hace que la técnica resulte una de las más usadas en el contraste entre tejidos, la visualización de la cavidad y también aporta una increíble sensibilidad para la detección de cualquier elemento patógeno o anómalo del animal.
El procedimiento se realiza a través de la introducción del animal dentro de un campo magnético generado por un potente imán, estimulado a través de radiofrecuencia, que hace resonancia con los átomos de hidrógeno del elemento estudiado.
A partir de allí, la onda energética generada es recogida y se retroalimenta para generar una imagen tomográfica.
En algunos casos, la toma de imágenes es acompañada de la administración de una sustancia contrastante que permite alterar momentáneamente las imágenes, como una forma de diferenciar mejor determinadas estructuras, en especial cuando se está en búsqueda de puntos anómalos.
Beneficios de la resonancia magnética en animales
Uno de los principales beneficios de esta técnica, por encima de cualquier otra, es que no se trata de un estudio invasivo. La resonancia no requiere de la intervención ni manipulación del cuerpo del animal para arrojar imágenes acerca de los comportamientos internos del mismo.
Por otro lado, se trata de un procedimiento inocuo. Es decir, no repercute directamente en la salud del paciente, puesto que no involucra el uso de ninguna sustancia, elemento o energía que pueda poner en peligro la vida del animal.
Además, la resonancia es una de las maneras más precisas de obtener información en un periodo de tiempo muy corto. Ofrece una amplia variedad de tomas, incluso cortes distintos de las secciones estudiadas, sin la necesidad de mover al paciente y con la comodidad de hacer el estudio en un tiempo muy rápido.
La resonancia magnética es la mejor alternativa para alcanzar un diagnóstico oportuno en los casos más críticos, permitiendo a los veterinarios determinar con rapidez el origen o las causas de determinados síntomas y diseñar rápidamente un plan de acción, incluso visualizar la pertinencia de alguna intervención quirúrgica.
A este respecto, la resonancia es el mapa de muchos procedimientos quirúrgicos, indicándole al veterinario cuáles son las áreas para intervenir e, incluso, los riesgos a los que pueden enfrentarse antes de llegar al campo quirúrgico.
Este estudio es el que mayor precisión diagnóstica brinda a los médicos veterinarios. Permite hacer cortes tan certeros como de un milímetro de espesor, por lo que es fácil detectar cualquier anomalía o enfermedad por muy mínima que pueda resultar.
Por si esto fuera poco, a través de la resonancia es posible visualizar los vasos sanguíneos, sin necesidad de contraste ni intervención.
Riesgos de la resonancia magnética para el animal
La resonancia magnética no representa mayor riesgo para la salud de los animales. Ahora bien, en el caso de este tipo de pacientes se hace necesario, además, que estén anestesiados puesto que un punto clave de la resonancia es que el paciente permanezca totalmente inmóvil.
Si bien el uso de la anestesia en los animales no supone un riesgo muy alto, no deja de representar cierto nivel de riesgo, quizás el único que está vinculado con los estudios de resonancia en animales. Las complicaciones con la anestesia en los animales son siempre una probabilidad, aunque suele ser remota y el animal siempre está bajo atenta vigilancia médica.
El estudio tiene una duración de entre 40 y 90 minutos y antes de comenzar es analizada la raza, peso, talla y edad del animal, puesto que en función de esto se determinará el proceso de anestesia adecuado para cada caso.
Por otro lado, es importante que, si el animal es portador de algún tatuaje de localización, chips de rastreo o implantes, sea notificado al veterinario antes del examen. En algunos casos, como por ejemplo ante el uso de chip en las razas pequeñas, podría ser necesario retirarlo antes del estudio.
En los otros casos, se debe tomar en cuenta la posible incidencia en la veracidad de las imágenes, por cualquier caso de interferencia del material con el imán.
Situaciones clínicas en las que se utiliza la resonancia magnética
Los profesionales veterinarios indican la utilización de la resonancia magnética ante la sospecha de ciertos padecimientos, entre ellos:
Lesiones del cerebro, cerebelo y tronco encefálico, si al animal comienza a experimentar crisis convulsivas, síndrome vestibular, mareos, ceguera repentina, cambios de comportamiento y personalidad, alteraciones mentales, problemas de postura, desórdenes alimenticios, problemas con la termorregulación, alteraciones del sueño, temblores, taquicardias, entre otras.
Problemas en la médula espinal, en animales que presenten algún déficit de la percepción, dolor espinal, lesiones en la zona espinal, problemas con la respuesta refleja, descontrol en los esfínteres, recaídas postoperatorias, y una amplia variedad de síndromes.
Masas a nivel abdominal, tumores, sospecha de líquido o hemorragia y planificación de intervenciones quirúrgicas de algunos órganos como riñones, hígado, bazo y vejiga.
Además, la resonancia magnética es utilizada en casos de problemas de coagulación en cualquier área de todo el sistema circulatorio, enfermedades del oído y padecimientos del nervio óptico, así como en enfermedades de garganta y boca.
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