Desde hace décadas nos relacionamos con los animales pensando en qué podemos enseñarles nosotros a ellos, cómo educarles para que sea más llevadera la convivencia. Pero no hace mucho que se puso el punto de mira en la otra perspectiva. ¿Qué pueden enseñarnos ellos a nosotros? Y en concreto, ¿cómo pueden beneficiarse los niños de la interacción y los cuidados hacia un animal? En este nuevo artículo hablaremos de los valores que pueden aprender los niños gracias a los animales de compañía en casa.
Los valores que aprenden los niños gracias a su relación con los animales
Estos son algunos de los valores que los niños pueden desarrollar cuando tienen animales de compañía en el hogar y se implican con ellos:
Responsabilidad
Cuando un niño o niña empieza a hacerse responsable de su mascota, significa que debe ofrecerle los cuidados pertinentes al animal: darle de comer, si es un perro sacarle a pasear, limpiar su arenero si es un gato, jugar con él, etc.
Esto significa que, al hacerse responsable de sus cuidados que comporta, asume determinadas tareas y toma diferentes decisiones que afectarán directamente al animal. Aunque cada una de esas tareas esté supervisada por un adulto, los niños pueden adquirir el sentido de la responsabilidad rápidamente.
Respeto
Vivir con un animal implica respetar su hábitat, su salud y cuidar de su seguridad. Entender esto, ayudará a cualquier niño a ser empático con los demás, llegando a comprender cómo se puede sentir o qué puede estar viviendo el otro desde su propia piel.
Cuando un niño empieza a ser consciente de que su perro, gato, conejo, tortuga, hámster, etc., tiene sentimientos de verdad, está mucho más cerca de empatizar con otras personas y con otros animales, independientemente del tamaño o del físico que estos tengan.
Amor y amistad
Cuando un niño convive con un animal de compañía, uno de los valores que antes se empiezan a desarrollar es el del amor y la amistad. Gracias a sus peludas mascotas, pueden comenzar a entender lo que es tener un amigo de verdad y valorarlo como se merece, cuidando de él para el resto de su vida.
Además, conocerán también la importancia de recibir cariño, pero también de dar, lo cual es absolutamente práctico para la vida social.
Generosidad
Los animales suelen ofrecer mucho a cambio de nada, sin ni siquiera esperarlo. Esa generosidad es otro valor que los más peques de la casa pueden aprender como un comportamiento de lo más natural hacia los demás.
Comunicación
Los gestos, expresiones, el tono de nuestra voz o los movimientos expresan mucho más, en la mayoría de ocasiones, que la comunicación verbal. Y esto, es algo que los niños pueden aprender directamente de los animales.
De hecho, existen estudios que apuntan a que tener mascota facilita la comunicación entre padres e hijos. ¿Por qué? Muy sencillo: tener un interés común (la mascota y su bienestar) permitirá que ambos realicen actividades en familia y que, por ejemplo, los lazos familiares se vuelvan más consistentes.
Autoestima
Además de mejorar la relación entre padres e hijos, tener un animal de compañía te permite entrar en otros grupos sociales, y relacionarte con más personas que comparten los mismos sentimientos hacia sus mascotas, lo cual no deja de ser algo muy positivo que sin duda reforzará la autoestima de los niños.
Desde Hospital Veterinari Glòries queremos dejar claro que los animales no son juguetes para los niños, por lo que adoptar o acoger a uno en vuestro hogar debe ser un acto de amor, generosidad y responsabilidad. Por eso, es importante ser consciente de lo que puedes ofrecerle a un animal en casa. Pedir una cita con un buen veterinario para que te asesore y pueda ayudarte a entender la responsabilidad que supone la llegada de un animal a casa cuando hay niños de por medio.