Lejos de lo que se piensa, la torsión del estómago es una enfermedad que suele ser común en nuestras mascotas. Por lo general, se presenta en razas de perros grandes como el Pastor Alemán, Gran Danés y San Bernardo, entre otros. Sin embargo, puede presentarse en cualquier raza y es importante detectarla a tiempo con el fin de salvar la vida del animal.
Por esa razón, en las siguientes líneas te damos algunos consejos que te permitirán reconocer la torsión gástrica en el perro, así como las medidas que deben ser tomadas al momento para prevenir la muerte de tu mascota.
¿En qué consiste la torsión del estómago?
Antes de mencionar algunos síntomas que permiten reconocer cuándo un perro está sufriendo torsión estomacal, es necesario saber en qué consiste esta enfermedad.
Básicamente, la torsión estomacal es una enfermedad provocada por la expansión del estómago. Esto origina la producción excesiva de gases, haciendo que el animal sufra de dolores insoportables e, incluso, causar problemas graves como la muerte del mismo.
Cabe destacar que esta enfermedad se produce cuando el perro ingiere más comida de la que puede soportar, hasta el punto de no ser capaz de digerirla. Esto provoca la acumulación de gases que aumenta de manera exagerada el tamaño del estómago del perro, lo que causa presión en órganos vitales del cuerpo, dificultades respiratorias y mala circulación de la sangre y órganos como el corazón.
Síntomas de la torsión gástrica en los perros
Aunque podamos conocer el origen de la torsión estomacal, es difícil saber en qué momento se forma. Por lo tanto, es más relevante tener conocimientos acerca de los síntomas que pueden presentar los perros en el momento de padecer la enfermedad y así poder actuar de forma rápida y segura.
Uno de los principales indicios de la torsión gástrica es el nerviosismo en los perros o el exceso de jadeo. Esta exageración de ansiedad puede venir acompañada de ciertos temblores que tenemos que identificar que no sean producto del frío. Es recomendable palpar el abdomen para percibir con seguridad el origen del temblor.
Por otro lado, el perro puede presentar salivación excesiva e intentos de vómito. A su vez, estos síntomas pueden generar mareos e insuficiencia respiratoria. En este último punto, es indispensable que lo traigas a la clínica veterinaria con urgencia para aliviar esta y cualquier otra señal preocupante.
Otra revelación a considerar sobre la torsión del estómago, es que el perro puede presentar palidez en las encías, producto de los vómitos y de la dificultad para respirar. Cabe resaltar que todo esto lleva a un gran agotamiento que hará que el animal pueda entrar en shock si no se reconocen los síntomas a tiempo.
¿Cómo actuar ante estos síntomas?
Lo primero que debes hacer es llevar a tu mascota al veterinario a la mayor brevedad posible.
Es normal entrar en estado de desesperación si llegas a observar cualquiera de los síntomas de la torsión gástrica en tu mascota. En esos momentos, es preciso mantener la calma ya que los nervios suelen ser difíciles de controlar, lo que hace que no se coordinen de manera adecuada las acciones a tomar. Debes tener presente que todo lo que tu sientas se lo transmitirás al animal logrando estresarlo, lo que puede contribuir al aumento de los síntomas.
Además, es primordial que tengas claro que no existe ningún tipo de remedio casero que sirva para curar la torsión en el estómago del perro, de ahí la importancia de llevarlo de inmediato al veterinario con el fin de que sea el especialista en medicina interna el encargado de hidratarlo y tomar las acciones necesarias para aliviar los síntomas.
Si la enfermedad está muy avanzada, es probable que el perro entre en un estado de shock; en este caso será necesario reanimarlo mientras es atendido por el especialista.
Consejos para prevenir la torsión gástrica en los perros
Existen razas de perro que tienen predisposición a padecer la enfermedad de torsión gástrica, no obstante, es recomendable tener en cuenta algunos consejos para prevenir la misma independientemente de la raza de tu mascota.
Para empezar, es recomendable esperar un promedio de una hora para alimentar a tu perro si este se encuentra muy agitado tras un momento de ejercicio o juego fuerte. La relajación es un estado oportuno para comer.
De la misma manera, es importante esperar aproximadamente una hora después de cada comida para que el perro pueda salir a jugar o a realizar cualquier actividad, para asegurarnos de que haya digerido los alimentos.
Es bueno evitar que los perros consuman agua en cantidades exageradas. Puede que se encuentren sedientos después de un tiempo de juego, pero si notamos que beben descontroladamente, te aconsejamos que retires el recipiente y le des agua en dosis más lentas.
También, puedes controlar las dosis de comida en varias porciones al día, es decir, es preferible que el animal consuma 3 o 4 platos de comida pequeñas que una sola porción enorme, ya que puede ocasionar que el perro se sienta atragantado y muy lleno durante la mayor parte del día.
Consumir pienso en exceso puede generar mayor cantidad de gases en el estómago del canino, estimulando la aparición de los síntomas de la torsión gástrica, por lo que se recomienda darle el alimento en las cantidades especificadas por el veterinario, de acuerdo al peso y raza del animal.
Algunos veterinarios recomiendan que los platos de comida sean ubicados en una altura media entre el suelo y la cabeza del perro, para que su postura sea más adecuada a la hora de comer. De esta manera, se puede prevenir que la mascota se atragante y también pueda sentirse más cómoda.
Es importante saber reconocer cuándo tu mascota presenta síntomas de torsión estomacal, a fin de actuar de la manera correcta y acudir lo más rápido posible al veterinario para que se le realicen todos los chequeos y tratamientos necesarios.
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