Son muchos los factores que hay que tener en consideración en el momento de decidir adoptar una mascota para el hogar. El asunto se vuelve aún más complicado cuando pensamos en tener algún animal exótico en casa, como es el caso de los lagartos. El espacio físico, el tipo de iluminación y los cuidados en su alimentación, son solo algunas de las consideraciones a tomar en cuenta para una decisión correcta.
Es por ello que creemos conveniente darte algunas pautas acerca de cuáles son los tipos de lagartos que se pueden tener como mascota, para que tu decisión sea la más acertada.
Algunas consideraciones sobre los lagartos
Los lagartos, pertenecientes al grupo de los reptiles, comprenden más de 5000 especies con características particulares. Los hay de distintos tamaños, con y sin patas, de colores brillantes y discretos, insectívoros u omnívoros. La mayoría de ellos son capaces de moverse con gran rapidez y destreza y poseen una lengua larga que les permite oler a su alrededor.
Por lo general, un lagarto puede vivir en su hábitat natural alrededor de 25 años, aunque se han registrado casos de lagartos criados en cautiverio que han sobrevivido hasta pasados los 30 años. A pesar de que los científicos han estudiado al detalle diversas especies de lagartos, aún no se conoce lo suficiente acerca de ellos.
Estos animales son muy inteligentes y poseen características particulares para atraer a sus parejas y afrontar las amenazas; además, pueden usar el lenguaje corporal para comunicarse entre ellos.
Los tipos de lagartos más populares para tener como mascota
El Gecko leopardo es el tipo de lagarto ideal para quienes van a tener a este tipo de animales como mascotas por primera vez. Proveniente de las zonas desérticas de Asia, es un insectívoro de cuerpo rechoncho, muy popular y fácil de cuidar.
Por su parte, la iguana verde también es uno de los lagartos más populares entre los principiantes. Su origen es americano y es de fácil cuidado en comparación con otros animales de su especie, solo basta con tener un especial cuidado con la temperatura ya que están acostumbrados a los climas tropicales.
Otro de los lagartos muy fáciles de cuidar es el dragón barbudo, aunque demanda un gran terrario provisto con radiación solar artificial, por lo que la inversión necesaria para tenerlo como mascota suele ser más onerosa.
El anolis verde, también conocido como camaleón americano, es un género de lagarto proveniente del Caribe, América Central y América del Sur. Algunos de ellos tienen la particularidad de cambiar de color y, pese a ser muy común tenerlos como mascotas, la inversión para acondicionar su ambiente puede ser alta y son un poco más delicados que las especies anteriores.
Tipos de lagartos de cuidados medios
El lagarto cornudo, proveniente de los desiertos de la frontera entre México y Los Estados Unidos de América, también puede ser criado como mascota, aunque debido a sus características especiales, su cuidado puede acarrear muchas dificultades, en especial en lo que respecta a su alimentación.
Uno de los lagartos más apreciados por los criadores de reptiles es el basilisco verde, debido a su apariencia y colorido. Este lagarto es de tamaño medio y es preciso criarlo en un terrario extenso con temperatura tropical. Se alimenta tanto de plantas como de pequeñas lagartijas y roedores.
El escinco o lagarto de lengua azul es un lagarto nativo de Australia, Nueva Guinea y Tasmania; presenta una cabeza ancha y de forma triangular, tiene el cuerpo robusto, la lengua azul y la boca rosada. Es una especie dócil y domesticable, pero precisa de un hábitat extenso ya que está acostumbrado a realizar largas caminatas.
Originario de Yemen y acostumbrado a vivir en bosques y zonas desérticas, el camaleón velado es un tipo de lagarto que requiere de un tipo de cuidado intermedio a nivel doméstico. Se alimenta mayormente de insectos, aunque en su vida adulta incluye algunos vegetales en su dieta.
Los tipos de lagartos más difíciles de cuidar
Básicamente, ciertos tipos de lagartos son más difíciles de mantener en cautiverio debido a su gran tamaño o la necesidad de grandes extensiones para su cuidado; por ello, su crianza es recomendada solo para especialistas. Veamos algunos de ellos.
Originario del desierto africano, el lagarto de cola espinosa posee la característica de utilizar su cola como sistema de defensa contra los agresores. Llega a medir unos 50cm y su color característico le permite pasar desapercibido en su entorno, protegiéndose de los peligros. Es posible tenerlo como mascota, aunque precisa de grandes dimensiones.
El tegus argentino en blanco y negro puede llegar a medir un metro y medio por lo que se requiere de un gran espacio para su cuidado. Esta especie no es trepadora y pasa la mayor parte del día escondido, por lo que deberá tener una caja especial para cobijarlo. Se debe mantener ligeramente húmedo y su dieta debe incluir grillos, gusanos de la harina y gusanos de cera.
El varano de la sabana o monitor de la sabana es un tipo de lagarto de grandes dimensiones y muy popular entre los criadores experimentados. Suelen ser de naturaleza agresiva y su alimentación está compuesta, en un principio, de insectos, arañas y escorpiones, y luego, en su edad adulta, de roedores, aves y ranas.
Recomendaciones antes de tener un lagarto en casa
Si es la primera vez que vas a tener un lagarto como mascota, es preciso consultar con el veterinario de exóticos sobre los posibles riesgos que acarrea su crianza. Te recomendamos empezar por los tipos de lagartos más pequeños y dóciles.
Los lagartos suelen crecer mucho durante su primer año de vida, por lo que deberás prever un terrario de dimensiones adecuadas para su crianza. Por norma general, se estima que el tamaño del terrario debe medir al menos tres veces el tamaño del lagarto en su edad adulta, tanto de largo como de alto.
Consulta con el especialista acerca de los accesorios con los que se deberá equipar el terrario, así como sobre el tipo de alimentación que deberás incluir en su dieta.
Leave a Reply