En los hospitales y centros veterinarios es habitual recibir perros y gatos afectados por este síndrome. Sus dueños describen cómo sus animales beben agua sin parar, y después, realizan orines de forma muy seguida, en ocasiones, en grandes cantidades. Este problema puede darse por varios motivos. ¿Quieres conocer más sobre el síndrome de poliuria-polidipsia? A continuación te hablamos de ello.

¿Qué es la poliuria y la polidipsia?

A rasgos generales, la poliuria es el incremento del volumen de orina eliminado por un gato o perro. La polidipsia, por su parte, es el crecimiento del consumo de líquidos (o más bien el aumento de la sed) de estos animales. Para tener una idea de las cantidades o volúmenes normales, por ejemplo, en el caso de los gatos se considera poliuria cuando estos eliminan más de 40ml/kg por día, y se alude a la polidipsia cuando más de 45ml/kg de agua al día.

Por norma general, primero suele aparecer la poliuria y después, el mismo organismo intentando compensar el líquido perdido, provoca la polidipsia.

¿Por qué aparece el síndrome de poliuria-polidipsia?

Dependiendo de la causa de la poliuria-polidipsia, se encontrarán unos síntomas u otros en el animal. Por ejemplo, si se tratara de una insuficiencia renal, el síndrome podría venir acompañado de mal aliento, síntomas de anorexia, deshidratación e incluso vómitos. Si en cambio, fuese causado por diabetes, se podrían encontrar signos como pérdida del apetito y peso, u obesidad (dependiendo del tipo de diabetes que el perro o gato padeciera). 

Algunas causas comunes del síndrome de poliuria-polidipsia también suelen ser otras enfermedades, como por ejemplo:

  • Insuficiencia renal crónica en el animal.
  • Diabetes mellitus.
  • Hipertiroidismo.
  • Infección en el útero o piómetra, que aparece tras el período de celo del animal.
  • Hiperadrenocorticismo natural o  iatrogénico, por exceso de corticoides (utilizados como medicación) o algún tipo de anticonceptivos.
  • Diuréticos de cualquier tipo.
  • Ingestión de sal en exceso.
  • Hipercalcemia, es decir, aumento del calcio iónico.

Cómo diagnosticar el síndrome de poliuria-polidipsia

Hay enfermedades que pueden producir el mismo cuadro clínico del síndrome de la poliuria-polidipsia. Es por eso que el veterinario analizará detenidamente el historial clínico del animal, y hará una serie de análisis de orina y sangre, así como estudios de ecografía y radiografía.

Será importante diferenciar el síndrome de poliuria de otro tipo de trastornos relacionados con la orina, como la polaquiuria o micción frecuente (asociada con la cistitis), las marcaciones territoriales debidas al celo o el estrés, o la incontinencia urinaria del animal causada por problemas de vejiga y uretra.

Si después de las primeras pruebas el veterinario sigue sin un diagnóstico claro, es posible que quiera aumentar los exámenes con tests de estimulación de ácidos biliares, un cultivo urinario, o la medición de la TFG (tasa de filtrado glomerular).

Al terminar estos análisis, si se continúa sin diagnóstico, se podría estar ante dos posibilidades: la diabetes insípida central (es la imposibilidad parcial o total para liberar o producir desmopresina), o la polidipsia primaria, donde se deberá efectuar un test en el que le será prohibida la ingesta de agua al animal.

La polidipsia primaria

Es una patología poco común, y que generalmente padecen los perros, concretamente las hembras muy nerviosas. Consiste en una ingesta de agua incontrolada por parte del animal que termina provocando una poliuria.

El tratamiento ante la polidipsia primaria consiste en la retirada del agua de forma paulatina y, sobretodo, el tratamiento del que suele ser el desencadenante: el estrés. Por eso, deberás seguir las pautas que tu veterinario te marque.

¿Crees que tu perro o gato sufre poliuria-polidipsia?

Si crees que tu animal pueda estar pasando por esta enfermedad, deberás observar y controlar mucho los momentos en los que acuda a beber y a orinar. Posiblemente, si se trata de un gato, sea más fácil controlar estos momentos, ya que bastará con revisar la arena y observar si requiere ser cambiada con más frecuencia.

En cuanto a la polidipsia, deberás prestar mucha atención a cada vez que rellenas su cuenco de agua y a ser posible, cada toma de agua del animal. Si por ejemplo, en circunstancias normales (un día de paseos normales, sin exceso de ejercicio) solías llenar su recipiente cada mañana, y al final del día tan solo había bebido un cuarto de su total, pero ahora toma la mitad o más, querrá decir que su consumo ha aumentado demasiado, y que, por lo tanto, pueda estar padeciendo polidipsia

Consejos para propietarios de animales con poliuria-polidipsia

Ten claro que el veterinario será el experto que examine al animal y realice un diagnóstico completo, así como un tratamiento ajustado a las necesidades de tu animal para erradicar el síndrome de poliuria-polidipsia, pero como propietario sí hay algunas recomendaciones que puedes seguir para ayudar a tu compañero de vida:

  • Es importante conocer y controlar las costumbres de nuestros animales desde que son cachorros, ya que esto ayudará mucho durante la observación y hará que el diagnóstico y tratamiento sean más fáciles.
  • Es posible que el síndrome de poliuria-polidipsia impida, en este caso a tu perro, aguantar su orín hasta la calle o el parque. Si micciona dentro del hogar, por favor, evita broncas que puedan hacer sentir peor a tu animal. En una situación normal no hubiera orinado dentro de casa.
  • Evita que tu perro o gato beba de retretes, fuentes, peceras, etc. Solo debe ingerir líquidos de su bebedero. Si el animal bebe de estos lugares será difícil controlar la cantidad que ha ingerido.
  • En el caso de los gatos, es importante tenerlo enseñado a orinar solo en su arenero. De esta forma podrás controlar mejor las cantidades de orín que realiza al día.