Un traumatismo, una descarga eléctrica, un ahogamiento o la obstrucción de las vías aéreas, son solo algunas de las causas que pueden generar una parada cardiorrespiratoria en nuestra mascota.
En esos casos, debemos actuar con rapidez y realizar la denominada reanimación cardiopulmonar cuanto antes. En el siguiente artículo, detallamos los pasos que hay que seguir para realizar esta maniobra con éxito.
Verificar si el perro está respirando
Lo primero que debemos hacer es constatar si nuestra mascota respira; para ello, debemos observar si tiene las pupilas dilatadas y si las encías las tiene de color gris o de color azulado. Estos son los primeros síntomas que nos indican que el perro está mal.
A partir de ahí, debemos acercar nuestra cara al hocico del animal para ver si notamos su aliento, visualizar si existen movimientos torácicos y aproximar el oído a la zona del corazón para revisar si el corazón late.
También, se puede palpar el pulso a nivel de la arteria femoral que pasa por la cara interna de los muslos. Es preciso asegurarse que las vías respiratorias estén libres de obstrucción, retirando cualquier objeto o comida de inmediato.
Una vez que confirmamos la falta de respiración del perro, tenemos que proceder a realizar la reanimación cardiopulmonar que consiste en una fase respiratoria y una fase cardíaca.
Realizar la fase respiratoria de la reanimación
Para motivar la respiración en la fase respiratoria, tenemos que tumbar al animal en posición lateral, apoyado sobre su lado derecho. Es necesario extender un poco hacia atrás la cabeza y acercarnos, coger fuertemente su hocico y soplar a nivel de las fosas nasales.
Podremos saber si estamos realizando bien esta maniobra porque la cavidad torácica hará un movimiento de extensión por la entrada de aire. Hay que tener en cuenta que este movimiento depende del tamaño del perro.
Además, debemos tener cuidado con la presión y el tiempo en el que se está exhalando el aire, de forma que no vayamos a provocar un traumatismo a nivel de los pulmones.
Efectuar la fase cardíaca de la maniobra
En la fase cardíaca, para realizar el masaje cardíaco tenemos que poner las manos entrelazadas y apoyarlas en la zona del tórax; extender los hombros y realizar un movimiento presionando la cavidad torácica firmemente. El movimiento se debe efectuar con los brazos extendidos, sin flexionarlos.
En los perros de raza grande, por cada 15 veces que hagamos el movimiento de compresión a nivel de tórax, debemos realizar 5 respiraciones, mientras que en los perros más pequeños efectuaremos 10 compresiones torácicas y 3 respiraciones.
Cada vez que acabemos con el masaje, debemos observar si el animal ha retomado otra vez su movimiento respiratorio voluntario y el latido cardíaco. Esto se debe realizar durante unos 20 minutos aproximadamente ya que, pasado ese tiempo, es difícil obtener una respuesta favorable en el animal.
Independientemente de cuál sea la respuesta del perro a la maniobra de reanimación cardiopulmonar, debemos acudir de inmediato a la clínica veterinaria para que atiendan al animal por posibles lesiones que haya provocado tanto la parada respiratoria como la realización de la maniobra.
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