¿Qué es la pododermatitis en gatos? Se cree que una infección subyacente puede provocar esta respuesta inflamatoria en las almohadillas de sus patas. Todas las edades y razas de gatos pueden verse afectadas por esta afección. Tanto los machos como las hembras son susceptibles a la pododermatitis. Si sospechas que tu gato tiene pododermatitis, es importante que lo lleves a un veterinario para recibir tratamiento lo antes posible.
Si este problema no se trata, pueden desarrollarse infecciones secundarias. El problema puede ser muy doloroso en casos avanzados, dejando al gato con patas hinchadas muy sensibles al tacto. El gato puede incluso volverse cojo si las patas se dañan demasiado. La pododermatitis a menudo se asocia con amiloidosis renal (una enfermedad renal) o estomatitis de células plasmáticas (una enfermedad de la boca).
La pododermatitis felina es una afección en la que se desarrolla una inflamación severa en las almohadillas de las patas del gato. Las cuatro almohadillas pueden verse afectadas a la vez y de hecho es raro que solo una de las patas se inflame.
La pododermatitis ocurre cuando el sistema inmunológico se activa por error y produce en exceso linfocitos que luego se acumulan en las almohadillas de las patas del gato. Después, los anticuerpos atacan las patas sanas y provocan el desarrollo de hinchazón y dolor.
Pero veamos más detenidamente cuáles son los síntomas, causas diagnósticos y cómo se cura la pododermatitis en gatos.
Síntomas de pododermatitis en gatos
En casos muy leves, es posible que el gato no sienta ninguna molestia. Los signos de pododermatitis felina pueden manifestarse junto con signos relacionados con llagas en la boca o problemas renales. Las señales más importantes a tener en cuenta incluyen:
- Almohadillas blandas e hinchadas.
- Coloración violácea en la almohadilla.
- Ulceraciones en las almohadillas.
- Cojera.
- Letargo.
- Anorexia.
- Lamido excesivo de las patas.
- Sangrado de las patas.
Causas de la pododermatitis en los gatos
La razón exacta por la que un gato puede desarrollar pododermatitis se desconoce en gran medida. Si bien existen razones para creer que un sistema inmunológico que funciona mal juega un papel en la condición, se necesita más investigación para confirmar la causa exacta de la reacción. Todas las causas conocidas se enumeran a continuación.
- Trastornos inmunológicos.
- Reacción a ciertos materiales de la arena.
- Virus de la inmunodeficiencia felina.
- Virus de la leucemia felina (FeLV)
- Calicivirus.
- Peritonitis infecciosa felina (FIP)
Diagnóstico de pododermatitis en gatos
Concierta una cita con tu veterinario para que le evalúen profesionalmente las patas a tu gato. Asegúrate de proporcionarle al veterinario el historial médico completo del gato para ayudar con el diagnóstico y explicar las posibles razones del desarrollo de la pododermatitis.
El veterinario realizará un examen físico completo del gato. Es probable que sea necesario realizar análisis de sangre completo, incluido un hemograma completo para detectar anemia y un perfil bioquímico para evaluar todos los niveles de sustancias en la sangre. En los casos de pododermatitis, aumentará tanto el número de linfocitos como los niveles de anticuerpos globulínicos. El veterinario tendrá que diferenciar la pododermatitis de otros problemas de salud que podrían estar ocasionando el malestar, como picaduras de insectos y tumores cancerosos o benignos. Para una confirmación total de la pododermatitis, es posible que sea necesario tomar una biopsia de la almohadilla inflamada y examinarla histopatológicamente para establecer si hay un aumento de las células plasmáticas. Se deben realizar pruebas de detección de virus como FIV y FeLV.
¿Cómo curar la pododermatitis en gatos?
Si el caso de pododermatitis en el gato es muy leve, primero se pueden buscar tratamientos menos agresivos. Si se ha desarrollado algún problema de salud secundario, es posible que también necesite tratamiento adicional. Normalmente, la pododermatitis se trata de la siguiente manera:
- Antibióticos
Se ha descubierto que la administración oral de ciertos antibióticos es eficaz en el tratamiento de algunos gatos que padecen pododermatitis. La doxiciclina es un antibiótico que tiene propiedades que parecen regular el sistema inmunológico. Son muchos los gatos con pododermatitis que experimentarán una mejoría cuando se sometan a un tratamiento prolongado con antibióticos.
- Esteroides
Una prescripción de esteroides puede ser útil para tratar los trastornos inmunitarios subyacentes. La administración oral de prednisona o glucocorticoide a diario puede ser eficaz. Las inyecciones de acetato de metilprednisolona pueden ser una alternativa más duradera.
- Extirpación quirúrgica
En casos avanzados de pododermatitis donde se han formado ulceraciones, puede ser necesaria la extirpación quirúrgica de las ulceraciones. Se requiere anestesia general para este procedimiento.
Recuperación de la pododermatitis en gatos
Si tu gato se ha sometido a una cirugía por pododermatitis, deberás seguir todas las instrucciones de cuidado proporcionadas por el veterinario. Puede ser necesaria una atención especial para mantener limpias las patas afectadas durante todo el proceso de curación. Es posible que sea necesario limitar la actividad durante este tiempo. Controla la incisión diariamente para asegurarte de que no se hayan desarrollado signos de infección. Independientemente de si se ha realizado una cirugía o no, mantén la caja de arena de tu gato siempre limpia. Esto evitará muchas infecciones.
Administra todos los medicamentos según lo prescrito. Se necesitarán citas de seguimiento regulares para evaluar si la afección se está curando y posiblemente ajustar las dosis si los efectos secundarios adversos de los medicamentos han comenzado a manifestarse.
Los tratamientos tópicos, como la aplicación de humectantes, pueden ayudar a aliviar el dolor mientras se aborda el problema subyacente. Es importante mencionar también que la recuperación espontánea de la pododermatitis es posible en algunos casos. El problema suele ser manejable y los gatos afectados pueden seguir viviendo una vida normal. Pero, si al gato se le ha diagnosticado un virus felino, el pronóstico puede empeorar. No descuides la salud de tu gato y presta atención a cada anomalía que detectes en él.