A medida que avanza la investigación y los conocimientos sobre el autismo, la sociedad se va familiarizando con la forma en que el autismo afecta a las personas y sus relaciones con los demás. Además, con el paso de los años, hemos ido descubriendo que los perros también pueden experimentar una forma similar de ver y reaccionar ante el mundo. No es de extrañar, entonces, que la cuestión de si los perros realmente pueden tener autismo se plantee cada vez con mayor frecuencia en los centros veterinarios. ¿Qué se conoce sobre este tema? En este artículo trataremos de resumir la información y estudios más relevantes que existen sobre el autismo en perros.
¿Se puede diagnosticar autismo en perros?
Ya en 1966, los veterinarios e investigadores hablaban de la aparición de síntomas similares al autismo en los perros. Más recientemente, una investigación presentada en el American College of Veterinary Behaviorists de 2015 informó sobre el comportamiento de persecución de la cola en Bull Terriers y su posible vínculo con el autismo. El estudio incluyó observaciones de rasgos específicos y análisis de ADN de 132 Bull Terriers; 55 con persecución de cola y 77 solo en control, sin persecución de cola. Los investigadores encontraron que perseguir la cola es:
a) más prevalente en los machos, b) asociado con un comportamiento similar al trance y c) episodios de agresividad (de manera violenta y explosiva) (Moon-Fanelli et al . 2011). Estos hallazgos, junto con el comportamiento motor repetitivo de perseguir la cola y una tendencia a las fobias, ha llevado a concluir que perseguir la cola podría representar una forma canina de autismo.
Si bien no es definitivo, el estudio también indicó que este síndrome en perros podría estar relacionado con una condición genética que también sucede en humanos, llamada síndrome de X frágil.
Diagnóstico del autismo en perros
Estudios como estos indican que el autismo sí podría ocurrir en perros. Pero, es importante reconocer que hasta que se realicen más investigaciones, llegar a un diagnóstico definitivo en un perro no es nada sencillo. Nuestra comprensión del comportamiento canino típico y atípico es demasiado limitada. Además, una serie de otras afecciones caninas difíciles de diagnosticar (por ejemplo, trastornos de ansiedad y dolor) pueden causar signos clínicos similares a los asociados con el autismo.
Por lo tanto, en todos los casos, como los Bull Terriers mencionados anteriormente, lo mejor que pueden hacer los veterinarios y propietarios por ahora es decir que un perro podría tener autismo, o como algunos profesionales prefieren: “comportamiento disfuncional canino”.
Para que un perro sea diagnosticado tentativamente con autismo, debe exhibir comportamientos repetitivos atípicos y algún grado de interacción social deteriorado con perros y / o personas. Además, un veterinario primero debe descartar otras afecciones que podrían ser responsables de los signos clínicos observados.
Manejar del autismo en perros
Si crees que tu perro podría tener autismo, lo primero que deberías hacer es acudir a tu veterinario, él puede ayudarte a gestionar mejor la afección. Una de las cosas más importantes que puedes hacer es determinar cuáles son sus factores desencadenantes (lo que hace que se produzca un comportamiento atípico) y evitar esas cosas.
Por ejemplo, si tu perro se vuelve miedoso y agresivo cuando se le acercan extraños en el parque para perros, cambia esta actividad por otra que le sea más beneficiosa. Una larga caminata por un sendero tranquilo podría ser una mejor opción.
Además, puedes probar algunas técnicas conocidas para mejorar ciertas reacciones negativas en los perros. Por ejemplo, los vendajes corporales que se comercializan para brindar una presión tranquilizadora al cuerpo del animal, se pueden usar en casos en que no se pueden evitar los desencadenantes del miedo o el comportamiento en cuestión que desarrolle. Los perros también pueden ser entrenados para hacer “trabajos”, como tirar de un carro cargado o llevar una mochila para perros llena de un peso suave. Se sabe que este tipo de actividades ayudan, en el caso de las personas, con los síntoma del autismo.
Igual que la sociedad avanza para integrar y entender la diversidad de las personas, también es necesario hacerlo para comprender que no todos los perros son iguales ni reaccionan al mundo de la misma manera.
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