La anemia se utiliza para describir un recuento bajo de glóbulos rojos y/o de hemoglobina en la sangre de un perro. Diversas patologías y condiciones médicas pueden provocar anemia en los perros. Esta puede ser aguda o crónica, según la causa subyacente y el tipo de anemia canina. El pronóstico también es variable y deberá tener en cuenta varios factores, como el estado de salud del perro y la progresión de la causa subyacente.
En este artículo analizaremos las causas, los síntomas y el diagnóstico de la anemia en perros. También analizamos los diferentes tipos de anemia canina.
¿Qué es la anemia en perros?
La sangre de un perro se compone de células diferentes. Estas incluyen glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas. También se encuentran minerales, proteínas y otros nutrientes, muchos de los cuales están contenidos en el plasma sanguíneo. Estos elementos se mantienen en cierta proporción, pero los cambios en estas proporciones pueden ocurrir, por una variedad de razones y teniendo algunas consecuencias.
Los glóbulos rojos se producen en la médula de los huesos del perro. Contienen hemoglobina, que es una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y se usa para transportar oxígeno a varias partes del cuerpo. Aunque un recuento bajo de glóbulos rojos provoca anemia, es posible que el perro tenga suficientes glóbulos rojos, pero no contienen cantidades suficientes de hemoglobina para suministrar la cantidad de oxígeno que necesitan.
Una proporción normal de glóbulos rojos en la sangre de un perro está entre el 39% y el 60%. Cuando un recuento de glóbulos rojos es inferior al 39%, es un claro indicador de la presencia de anemia en los perros. Este es un problema de salud grave porque se correlaciona con una falta directa de oxígeno en los diferentes órganos y tejidos del cuerpo.
Las razones de un recuento bajo de glóbulos rojos generalmente se agrupan en tres categorías principales:
- Pérdida de sangre: cuando un perro tiene un traumatismo u otro motivo de pérdida de sangre, significa que los glóbulos rojos abandonan el cuerpo y no pueden transportar oxígeno.
- Disminución de la producción de glóbulos rojos: cuando el cuerpo no puede producir suficientes glóbulos, no se puede transportar el oxígeno. Puede deberse a una patología, condición genética o incluso a factores ambientales.
- Aumento de la descomposición de los glóbulos rojos: los glóbulos rojos se descompondrán naturalmente después de unos 3 meses en el torrente sanguíneo, después de lo cual se reciclarán para crear nuevas células sanguíneas. Si una patología o cualquier otra razón aumenta la tasa de degradación celular, se producirá anemia.
Las consecuencias de la falta de oxígeno no solo afectan a la sangre, sino a todo el organismo del perro. Se producirán síntomas y fallos sistémicos y el perro desarrollará trastornos graves. Estos pueden amenazar la vida del perro.
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¿Cuáles son las principales causas de la anemia en perros?
Hay cuatro tipos principales de anemia en los perros. Cada uno está directamente relacionado con las causas subyacentes que dan como resultado un recuento bajo de glóbulos rojos o de hemoglobina. Para comprender mejor las causas de la anemia en los perros, analizamos cada tipo individualmente:
Anemia hemorrágica
Este tipo de anemia canina está directamente relacionada con la pérdida de sangre. Hay diferentes razones por las que esto puede desarrollarse, incluyendo heridas, parásitos externos o úlceras. En definitiva, un perro que está perdiendo sangre, pero no necesariamente por una herida externa.
El sangrado interno se puede ver por la sangre en la orina o las heces del perro. Esta es una razón grave por la que es importante controlar los desechos de tu perro, especialmente si observas otros síntomas.
Anemia hemolítica
Con anemia hemolítica en perros, el sistema inmunológico del animal está afectando su recuento de glóbulos rojos. Los problemas con el sistema inmunitario significan que se interrumpe el ciclo natural de creación y destrucción de glóbulos rojos. Se están creando cantidades insuficientes de nuevos glóbulos rojos y no está presente la proporción adecuada en el suero sanguíneo.
La anemia hemolítica a menudo puede deberse a problemas hereditarios, pero también puede ser el resultado de parásitos internos, infecciones, un efecto secundario de ciertos medicamentos o incluso un consumo excesivo de vitamina C. Puede afectar el hígado y presentarse en ictericia, pero a menudo comienza con el perro que tiene bajos niveles de energía. Hay dos tipos de anemia hemolítica en perros:
- Anemia hemolítica inmunomediada: este suele ser el tipo más común de anemia canina y la destrucción de los glóbulos rojos se produce por la aparición de anticuerpos que atacan directamente a estas células.
- Anemia hemolítica congénita: en este caso la destrucción de glóbulos rojos es un rasgo genético heredado y es particularmente común en ciertas razas como el Cocker Spaniel y el Springer Spaniel Inglés.
Anemia aplásica
En este caso la producción de glóbulos rojos en la médula ósea no es suficiente para compensar la pérdida natural de estas células. Puede ser causada por tumores, toxinas, infecciones (parvovirus y ehrlichiosis), radiación e insuficiencia renal crónica. También se conoce como aplasia de la médula ósea en perros.
Estos son algunos de los síntomas de anemia en perros
Los síntomas de la anemia en perros pueden variar según el tipo de anemia que padezca el animal o la progresión de dicha anemia. Aunque pueden ayudar a diagnosticar la anemia en los perros, los siguientes también pueden ser síntomas de otras enfermedades. Los más comunes incluyen:
- Encías y mucosas pálidas.
- Debilidad.
- Depresión.
- Letargo.
- Falta de apetito.
- Sangre en las heces.
- Baja tolerancia al ejercicio.
- Taquicardia.
- Síncope (desmayo).
- Respiración dificultosa.
¿Cómo se diagnostica la anemia canina?
Además de los síntomas y un examen físico general, el diagnóstico con un hemograma (análisis de sangre) es fundamental para confirmar que el perro está anémico. También se pueden analizar muestras de orina o heces para este fin.
Este diagnóstico no indica las razones exactas por las que se ha desarrollado la anemia. Si no se ha determinado la causa subyacente precisa, se requerirán más pruebas. Algunas de las pruebas que se realizan son:
- Legrado de médula ósea.
- Biopsia de médula ósea.
- Abdominocentesis.
- Radiografía.
- Ultrasonido.
- Endoscopia.
- Análisis de parásitos.
- Análisis de toxinas.
El tratamiento administrado dependerá de la causa subyacente. No olvides que el veterinario es la única persona capaz de diagnosticar esta enfermedad. Nunca se debe tratar a un perro sin un diagnóstico de un profesional. Es posible que incluso puedas reconocer la anemia, pero la causa subyacente puede ser muy grave, especialmente si se debe a un cáncer en perros.
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