Al igual que en los seres humanos, los perros también necesitan mantener su sangre depurada de los desechos producidos por su organismo; los riñones son los órganos principales encargados de esta labor.
La insuficiencia renal en los perros se presenta cuando los riñones del animal dejan de funcionar adecuadamente. Esta patología puede presentarse de manera crónica especialmente en los perros adultos, aunque también puede manifestarse de tipo agudo en los más jóvenes, debido a una infección o a la ingesta de un producto de alta toxicidad, entre otras causas.
Si sospechas que tu mascota tiene un problema renal, es necesario llevarlo cuanto antes al veterinario quien podrá determinar el tipo de patología y el tratamiento a seguir. En el siguiente post, te ayudamos a determinar qué hacer cuando tu perro tiene este tipo de problemas renales.
Insuficiencia renal canina: causas de esta enfermedad
La insuficiencia renal canina es producida cuando los riñones del perro pierden la capacidad de eliminar los residuos del organismo. Si los riñones funcionan bien, la orina producida es muy concentrada, lo que indica que con poca agua es posible eliminar muchas toxinas.
En el caso de insuficiencia renal, el perro necesita ingerir mucha más agua para eliminar la cantidad normal de toxinas, hasta llegar al punto de no poder beber más, elevando considerablemente el nivel de toxinas en la sangre.
La insuficiencia renal aguda puede aparecer de forma repentina, causada por la ingestión de algún veneno, una infección bacteriana, un cuadro de deshidratación o una disminución del flujo de sangre en los riñones.
Por su parte, la insuficiencia renal crónica se presenta de forma paulatina y suele ser más común en los perros adultos.
El animal que sufre de insuficiencia renal aguda puede mejorar su situación o convertirse en insuficiencia renal crónica. Los del tipo crónico, en su mayoría, no tienen cura.
Por ello, es recomendable programar todos los años una revisión general de la salud de nuestra mascota, en especial si ésta ya es adulta. La enfermedad renal suele ser más común entre los perros adultos, por lo que es conveniente la revisión anual a partir de los 8 años de edad.
¿Cómo determinar los problemas renales en el perro?
En los casos de insuficiencia renal aguda, los síntomas suelen ser de gravedad y se presentan casi de inmediato. El perro manifiesta pérdida del apetito, letargo, debilidad, vómitos, disminución de la orina y pérdida de la coordinación.
La insuficiencia renal aguda puede ser mortal si no se actúa a tiempo, por ello, es imprescindible proceder de inmediato y llevar a la mascota a una revisión veterinaria de urgencia.
Por su parte, cuando el perro padece de insuficiencia renal crónica, los síntomas se manifiestan de forma tardía. El animal siente una necesidad excesiva por beber y orinar mucho más que antes. En este caso, es el mismo organismo el que se esfuerza por mantenerse libre de toxinas.
Los síntomas propios de la enfermedad son la pérdida de peso, falta de apetito y sed excesiva. Como lo hemos indicado líneas arriba, al manifestarse la patología, el daño suele estar muy avanzado.
En ciertos casos, la insuficiencia renal crónica suele presentar mal aliento en el animal debido a la acumulación de toxinas en la sangre, así como una subida de la presión arterial y alteraciones en la fisonomía de los riñones.
Tratamiento de la insuficiencia renal en los perros
Una vez realizados los análisis necesarios, el veterinario podrá determinar si se encuentra ante un cuadro de insuficiencia renal aguda (IRA) o crónica (IRC). En caso el diagnóstico sea IRA, el perro será hospitalizado para recibir un tratamiento especial.
El tratamiento en caso de IRA va a depender del nivel de avance de la enfermedad y del daño que se ha producido en los riñones. El objetivo es ayudar a una paulatina recuperación de los órganos, monitoreándolos de cerca.
Muchas veces puede que el tratamiento inicial no esté dando los resultados deseados, lo que puede determinar que el veterinario inicie un tratamiento más agresivo como diálisis o trasplante de órganos.
Ahora bien, si el diagnóstico es IRC, el veterinario deberá determinar si la enfermedad es producida por una causa distinta a un daño real, como es el caso de patologías que obstruyen el tracto urinario o que disminuyen el flujo de la sangre. De ser el caso, el problema puede ser revertido.
En el caso de que la enfermedad se encuentre muy avanzada, el tratamiento de apoyo puede ayudar a disminuir los síntomas del animal.
Cuidados para prevenir la insuficiencia renal canina
A pesar de que no es posible prevenir todos los casos de insuficiencia renal canina, podemos procurar en casa algunos cuidados para salvaguardar la salud de los riñones de nuestra mascota.
- Es imprescindible mantener a los perros alejados de productos tóxicos, pesticidas, venenos o sustancias dañinas.
- Ante la sospecha de una obstrucción urinaria o una infección bacteriana, lo más recomendable es acudir con la mascota, cuanto antes, a la clínica veterinaria.
- Debemos proteger a los animales de cualquier posible golpe o trauma que se puede efectuar en el área renal.
- El cuidado en la alimentación es esencial para prevenir cualquier daño renal. Una dieta balanceada le va a proporcionar al animal los nutrientes necesarios para el óptimo funcionamiento de todos los órganos del cuerpo. Consulte con el veterinario acerca de la conveniencia de utilizar cierto tipo de piensos comerciales.
- Hay que estar alertas ante cualquier cambio en el comportamiento de la mascota, así como en la cantidad de alimentos que consume. Mucha sed y exceso de orina pueden ser los primeros síntomas de insuficiencia renal en el animal.
- Debemos proveer al animal de agua fresca y limpia; eso, ayudará a mantener en un óptimo nivel de funcionamiento a sus riñones.
Es imprescindible acudir al veterinario ante la aparición de alguno de los síntomas indicados; ir cuanto antes al especialista es clave para contrarrestar los efectos de la insuficiencia renal canina.
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