Identificada hace más de 40 años, la parvovirosis canina PVC, también llamada parvovirus, es una enfermedad altamente contagiosa que afecta a los perros, especialmente a los cachorros, y que precisa de atención veterinaria urgente a fin de evitar la muerte del animal. A continuación, conoceremos más acerca de esta terrible enfermedad y cómo se puede prevenir su contagio.
Los parvovirus son virus que atacan, en mayor medida, a los perros pequeños a partir de las seis semanas de su nacimiento, esto es debido a la pérdida de la inmunidad maternal. Para que el virus logre su desarrollo se requieren de ciertos factores que están presentes en células en mitosis, por ello suele atacar en la etapa del crecimiento del perro.
La enfermedad es menos frecuente en perros adultos debido, en parte, al hecho de que ya están vacunados, de ahí que tengan más riesgo de contagio aquellos que no han sido inmunizados por vacunación. Algunas razas caninas suelen ser más susceptibles al contagio del parvovirus, entre ellas, el rottweiler, pastor alemán, doberman, pinscher y el dogo argentino, por nombrar solo algunas.
El desarrollo del parvovirus en los perros
El periodo de incubación del parvovirus es de, aproximadamente, cinco días, siendo los primeros diez días los más críticos para la salud del animal. Esta enfermedad es trasmitida por el contacto de los animales con el virus, a través de los restos fecales de perros infectados. La presencia del parvovirus en las heces se debe a que puede sobrevivir largos periodos de tiempo como consecuencia de su gran resistencia a las condiciones extremas del ambiente.
Cuando el virus ingresa en el organismo del cachorro, los primeros síntomas son de decaimiento, pérdida del apetito y diarrea. La deshidratación se produce de forma acelerada debido a la diarrea y los vómitos, por lo que el perro puede morir en el transcurso de las primeras 72 horas. La rapidez y la gravedad con la que actúa esta enfermedad obligan a que sea imprescindible acudir a la clínica veterinaria cuanto antes, para que reciba atención de emergencia.
El diagnóstico de la infección del parvovirus la realiza el veterinario a través de la observación y los análisis de laboratorio. A partir de ahí, deberá efectuar los esfuerzos necesarios para combatir la deshidratación y controlar la diarrea, previniendo cualquier tipo de infección a través de antibióticos. El control de la temperatura y el suministro de líquidos son esenciales para aumentar la esperanza de vida del animal.
La mejor defensa contra el parvovirus: la prevención
Como la gran mayoría de infecciones víricas, no existe un tratamiento específico para el parvovirus canino, por lo que la prevención es fundamental para mantener sano al perro. Para ello, se deberá seguir de manera estricta el cronograma de vacunación establecido por el veterinario, con el fin de alcanzar la suficiente cantidad de anticuerpos que los proteja de la enfermedad.
La limpieza y desinfección del área que habita nuestra mascota, también es un factor determinante para el control de la dispersión del parvovirus. El médico veterinario nos puede indicar sobre los productos adecuados que podremos utilizar para la esterilización de la zona.
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