Los gatos no suelen ser animales tan fanáticos de la comida como los perros, por lo que mostrarse con hambre todo el tiempo, rogar o lloriquear por comida entre comidas, puede indicar un problema de salud.

Comprender cómo y cuándo los gatos actúan con hambre puede ayudarte a saber cuándo ir a visitar al veterinario. ¡Indaguemos un poco más sobre este tema!

Pedir comida fuera de las tomas programadas

Los gatos son más inteligentes de lo que piensas, y si los alimentas a la misma hora todos los días, sabrán cuándo es la hora de comer. Maullar, llorar y mirarte fijamente hasta que pones comida en su plato son cosas que un gato hambriento sabe hacer muy bien. No, tu gato no se está muriendo de hambre, pero probablemente tenga hambre. Al igual que los humanos, el estómago vacío de un gato envía señales a su cerebro para indicarle que coma y si tú eres la persona que le da de comer habitualmente, tu gato se asegurará de que no olvides su comida. ¿Por qué hay gatos que llegan a la desesperación por conseguir comida? Veamos algunos casos en los que el animal podría estar pasando hambre:

Robar comida de la mesa

Los gatos pueden saltar fácilmente sobre una encimera o una mesa y agarrar un trozo de carne de un plato, o lamer cualquier recipiente. Una vez que prueban algo bueno que no está en su plato de comida normalmente, será un mal hábito que te resultará difícil romper. 

Los gatos son como cualquier otra mascota, así que asegúrate de proteger tu comida si planeas dejarla desatendida un rato.

Los gatos que son especialmente activos, y aquellos que reciben cantidades inadecuadas de comida, pueden ser más propensos a robar comida de la mesa. El aumento de las raciones de comida o la alimentación con un pienso más alto en calorías puede ayudar a evitar que tu gato haga todo lo posible por comerse lo que está a su alcance.

Comer rápido

Los gatos que han tenido que competir o pelear por la comida tienen más probabilidades de consumir su alimento rápidamente o con voracidad. Algunos gatos incluso se quejan o gruñen mientras comen y parecen tragar la comida sin masticarla. Esto es común con los gatos que han sido callejeros, salvajes o que provienen de una gran camada de gatitos donde la hora de comer se convertía en una competición.

Esta es una situación que requiere tiempo: el gato debe aprender que no hay por qué apresurarse con la comida. Después de recibir comidas regulares, la mayoría de los gatos no se sentirán obligados a comer tan rápido y pasarán menos hambre entre comidas, a menos que realmente tengan un problema veterinario que los haga sentir hambrientos constantemente.

Comer y vomitar

No es raro ver vómitos en los gatos domésticos. Se lamen mucho, por lo que a menudo tienen mucho pelo en el tracto digestivo, que termina formando una bola de pelo. Si el gato no puede expulsar una bola de pelo en sus heces, el pelo se desprenderá cuando vomite o se quedará atascado en el estómago o los intestinos. Si una bola de pelo se aloja en su gato, entonces vomitará la comida, ya que no podrá digerirla. Si sospechas que tu gato tiene una bola de pelo u otro objeto atascado en el tracto gastrointestinal, lleva a tu mascota al veterinario.

 

Algunos gatos vomitan regularmente después de comer y su comida sigue intacta o entera. Este acto de vomitar alimentos enteros poco después de comer se llama regurgitación y generalmente ocurre porque el gato comió demasiado rápido. Afortunadamente, la regurgitación es fácil de detener al ralentizar a tu gato mientras come. Intenta esparcir su comida en una bandeja para que se vea obligado a hacer más recorrido y comer más despacio. Esto evitará los vómitos y el hambre entre horas.

Comer y aumentar de peso

Si tu gato está rogando por comida todo el día y está aumentando de peso, entonces esto es una señal para saber que debes alimentarlo menos. A algunos gatos, como a algunas personas, les gusta mucho la comida y cuanto más los alimentes, más rápido tendrán sobrepeso y serán propensos a una gran variedad de problemas de salud. La diabetes, los problemas de articulaciones, el cáncer, etc., tienen más probabilidades de ocurrir en mascotas con sobrepeso. La mayoría de los gatos solo necesitan entre 1/4 y 1/2 taza de pienso seca al día, pero esto puede variar según el nivel de actividad de tu gato y la cantidad de calorías que contenga la comida para gatos.

Si tienes una gata que no ha sido esterilizada y podría haber estado expuesta a un macho que no ha sido castrado, es posible que tu gata tenga hambre y aumente de peso porque esté embarazada. Si este es el caso, asegúrate de alimentarle con una fórmula para cachorros para ayudar a proporcionar la máxima nutrición a los gatitos en crecimiento dentro de tu gato.

Comer mucho y bajar de peso

¿Pide y come a todas horas y no engorda? ¿Más bien lo ves adelgazar? Los gatos que siempre parecen tener hambre y nunca aumentan de peso se les suele diagnosticar algún tipo de enfermedad. Estas incluyen:

  • Parásitos intestinales: comúnmente conocidos como gusanos, los parásitos intestinales se alimentan de lo que come un gato, robando un gran porcentaje de los nutrientes de la comida. Esto significa que un gato puede comer y aún sentir hambre porque está alimentando a los parásitos y obteniendo muy poca nutrición para sí mismo.
  • Hipertiroidismo: los gatos con una glándula tiroides hiperactiva tienen hipertiroidismo y les hace sentir siempre hambre. Unos simples análisis de sangre realizados por el veterinario pueden diagnosticar a un gato con esta enfermedad. Se puede tratar con medicamentos.
  • Diabetes: en la diabetes, el páncreas no produce insulina adecuadamente y, como resultado, el gato no puede usar los azúcares producidos al digerir los alimentos para obtener energía. Tu gato sentirá hambre porque a su cuerpo le falta la energía que necesita a pesar de comer. Un gato con diabetes puede necesitar inyecciones de insulina. Su apetito volverá a la normalidad una vez que se controle la enfermedad.
  • Cáncer: si se han descartado otras enfermedades y el gato todavía tiene hambre y no aumenta de peso, se puede sospechar del cáncer. El veterinario os recomendará más opciones de pruebas.

 

Afortunadamente, a la mayoría de los gatos les encanta comer y su día gira en torno a las siestas y las comidas. Mientras el peso de tu gato sea estable, no esté vomitando, teniendo diarrea o actuando de manera extraña, lo más probable es que solo sea un felino motivado por la comida. Aun así, es importante hacer uso de la medicina preventiva también en animales: acudir a las revisiones veterinarias de manera habitual y mantener las vacunas de tu gato al día es lo mejor que puedes hacer por su salud.