El Lobero Irlandés es una de las razas irlandesas más queridas y apreciadas. Su historia es antigua, pero conocida como ya la mencionó Julio César en sus comentarios sobre la Guerra de las Galias. En ese momento eran valorados por sus dotes de combate, especialmente por la ferocidad con la que atacaban al enemigo.
Pero mucho ha cambiado la historia. Actualmente, el lobero irlandés destaca como uno de los perros más dóciles y cariñosos, pero también de los más grandes del mundo. En esta ficha de raza que hemos preparado para ti desde Hospital Veterinario Glòries vamos a explicarte todo lo que necesitas saber sobre esta gran raza de perro, incluidas sus características, entrenamiento, cuidado y salud. ¡Sigue leyendo si estás pensando en adoptar uno!
Origen del perro lobero irlandés
Se cree que estos perros son descendientes de los primeros lebreles egipcios, que llegaron a Irlanda a través de los celtas. Los celtas estaban interesados en criar perros grandes y altos. La existencia de estos perros ya se conocía en el año 391 d.C. cuando el cónsul romano Aurelio expresó el asombro con el que toda Roma veía los siete animales que habían llegado allí como regalo. Antiguamente también se le conocía como “cu”, porque en la Antigua Roma se bautizaba como “ Cú Faoil” , que en gaélico significa “sabueso”.
En el siglo XIX, el declive de la raza fue tan pronunciado que se pensó que podría desaparecer. Esto sucedió al hecho de que el lobero irlandés se utilizó para cazar alces, y una vez que la población de estos animales disminuyó, el uso de esta raza como perro de caza también cayó. Afortunadamente, un capitán del ejército británico llamado George A. Graham pudo rescatar a esta raza cruzando loberos irlandeses con bulldogs y lebreles escoceses.
Características físicas del lobero irlandés
El lobero irlandés se encuentra entre las razas de perros más altas del mundo y compite con el gran danés. La altura mínima a la cruz para un perro lobero irlandés macho es de 79 centímetros y al menos 71 centímetros para las hembras. El perro lobero irlandés macho pesa 54 kg y las hembras pesan 47 kg. Desafortunadamente, la esperanza de vida de un lobero irlandés es de 6 a 8 años.
Este perro tan grande tiene un cuerpo largo y de pecho ancho, con un lomo ligeramente arqueado y una cola larga, ligeramente curvada y cubierta por un buen pelaje. Su cabeza es alargada y mide el mismo ancho del cráneo que la longitud del hocico, que tiene forma puntiaguda. Las orejas son pequeñas y su forma es como la de una rosa, como las de un galgo. Sus ojos son oscuros y de tamaño mediano.
El pelaje de un lobero irlandés está formado de pelo duro, largo y fuerte, especialmente en zonas como la parte inferior de la mandíbula o alrededor de los ojos. Este pelaje puede ser gris, atigrado, rojo negro, blanco puro o leonado.
Carácter del perro lobero irlandés
A pesar de su historia como perro de caza, los perros loberos irlandeses son en realidad muy hostiles, cariñosos y amigables.
Estos perros se adaptan a casi cualquier tipo de convivencia, ya sea con niños, ancianos o mascotas. Son tan pacientes y nobles que difícilmente habrá enfrentamientos con alguien que sea parte de su familia. Sin embargo, también son perros muy leales y no dudarán en defender a sus seres queridos en situaciones peligrosas.
Cuidando del Lobero Irlandés
Al cuidar de un Lobero Irlandés, lo primero que debemos tener en cuenta es el cuidado de su pelo. Deberás cepillar su cabello al menos dos veces por semana para evitar enredos y mantener limpio su pelaje. Los baños deben ser limitados y solo deben realizarse cuando sea necesario.
Como raza de perro grande, es comprensible que estos perros necesiten mucho ejercicio. De hecho, necesita al menos una hora de ejercicio diario de alta intensidad. Esto puede incluir correr, trotar o dar largos paseos. También necesitarán tiempo para jugar con el fin de ser desafiados cognitivamente y estimulados mentalmente. Como perros grandes, también necesitarán una casa espaciosa. Estos perros no se recomiendan para apartamentos. Una casa con un gran patio trasero o incluso una granja es un hogar ideal para estos perros tan grandes.
En lo que respecta a la dieta, necesitarán una dieta canina nutritiva de alta calidad para impulsar sus actividades y mantenerlos en buena salud.
El entrenamiento del Lobero Irlandés
Como cualquier otro perro, los perros loberos irlandeses deberán estar entrenados adecuadamente desde una edad temprana. Edúcales para aprender a hacer sus necesidades como a todos los cachorros: primero sobre empapadores en casa. Una vez que tengan todas las vacunas adecuadas y estén listos para salir a dar sus primeros paseos, es hora de socializarlos adecuadamente y dejar que hagan sus necesidades fuera. Esto les ayudará a tener un temperamento equilibrado cuando sean adultos.
A continuación, puedes comenzar a entrenar a tu perro lobero irlandés enseñándole comandos básicos que lo mantendrán tranquilo en el futuro en ciertas situaciones. También te recomendamos que lo hagas mediante un refuerzo positivo. Esto asegurará que sus sesiones de entrenamiento te ayuden a vincularse con tu perro y asegurarte de que no desarrolla ningún problema de comportamiento cuando sea adulto.
La salud del Lobero Irlandés
Desafortunadamente, el perro lobero irlandés es una de las razas con ciertos problemas de salud. Al igual que con otras razas gigantes, son propensas a la displasia de cadera, cáncer de huesos, hipersensibilidad a la anestesia o medicamentos, problemas cardíacos y problemas hepáticos. Por eso tienen una esperanza de vida corta.
Sin embargo, uno de los peligros más relevantes cuando se habla del Lobero Irlandés, es la temida torsión de estómago. Para evitar esta enfermedad, no permitas que tu perro haga actividad física inmediatamente después de comer. Asegúrate de que descansa y digiere la comida primero. También debes reconocer los síntomas lo antes posible, estos incluyen letargo, abdomen distendido, vómitos e inquietud. Si ves que tu perro experimenta estos síntomas o cualquier otro comportamiento anormal, debes llevarlo al veterinario lo antes posible para que sea diagnosticado y tratado adecuadamente.
Por último, asegúrate de mantener al día a tu perro con su calendario de vacunación, desparasitación, chip electrónico y revisiones regulares con su veterinario. ¡Si sigues estos consejos, tu perro tendrá una vida más feliz y saludable!