El lince ibérico (Lynx Pardinus) es un gato salvaje que se encuentra en la Península Ibérica en el suroeste de Europa, y más específicamente aquí, en España. Actualmente, figura en peligro en la lista roja de UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), que es el inventario más completo del mundo sobre la conservación global de las especies biológicas. En los últimos años, la categoría de amenaza del lince ibérico pasó de “En Peligro Crítico” a “En Peligro”. A pesar de ello, el lince ibérico sigue siendo el felino más amenazado del mundo.

En este artículo, repasaremos su estado de conservación actual, explicaremos qué hace que este felino sea especialmente vulnerable y evaluaremos las causas por las que el lince ibérico está en peligro de extinción hoy en día.

Características del lince ibérico

El lince ibérico es una de las especies más escurridizas del mundo, de hecho, muy pocas personas han visto alguna vez un lince ibérico en libertad. Para entender mejor a este misterioso felino, vamos a explicar sus rasgos físicos y de comportamiento más llamativos:

  • Tiene un pelaje leonado de colores marrones con manchas que varían en cada individuo. Su pelaje también les permite camuflarse perfectamente con los arbustos.
  • Su cabeza es pequeña y se caracteriza por tener una especie de “barba” en su barbilla, que está presente tanto en machos como en hembras, aunque es más larga en los machos.
  • Sus orejas son alargadas y triangulares, terminadas en puntas peludas, que son más largas en las hembras.
  • Su cola es corta y termina en una borla de piel negra. Mantienen la cola erguida cuando están alerta.
  • Sus patas son robustas y largas. Tienen cuatro dedos con garras retráctiles que les permiten sujetar con fuerza a sus presas.
  • Es difícil para ellos adaptarse a entornos distintos al suyo, lo que hace que su supervivencia sea aún más desafiante.
  • En cuanto a su alimentación, la presa predilecta del lince ibérico es el conejo de monte (Oryctolagus cuniculus), que supone hasta el 90% de su dieta.
  • Los linces son criaturas solitarias y territoriales que normalmente no interactúan entre sí. Solo se juntan durante la temporada reproductiva.
  • Los adultos defienden su territorio y confían en las marcas olfativas para disuadir a otros individuos del mismo sexo.

¿Dónde vive exactamente el lince ibérico?

Como comentábamos anteriormente, el lince ibérico es un endemismo de la Península Ibérica, por lo que su población silvestre se limita a esta zona. Su área ha disminuido en un 99% en los últimos 50 años, ya que ocupaba cerca de 5.800.000 hectáreas cuadradas en la década de 1950, pero solo unas 35.000 hectáreas cuadradas en el año 2000.

Tanto sus límites geográficos como el tamaño de sus poblaciones actualmente no se conocen con exactitud. Se estima que los linces habitan en Extremadura, Andalucía (la región con mayor población), Castilla-La Mancha y algunas zonas de Portugal.

El hábitat típico de esta especie es el matorral mediterráneo bien conservado, donde caza a sus presas (conejos de monte) y encuentra cuevas que utiliza como madriguera. Existe una baja probabilidad de encontrar linces a lo largo de las carreteras o en áreas urbanas en general de la península ibérica. Además, los linces evitan los espacios abiertos, las zonas de cultivo y los bosques, excepto si es la época de reproducción.

¿Por qué el lince ibérico está en peligro de extinción?

El lince ibérico es uno de los animales más amenazados de España. Diversos factores son los responsables del declive de las poblaciones de lince ibérico, lo que ha provocado que esta especie se encuentre actualmente catalogada como en peligro de extinción. Las principales razones del precario estado del lince ibérico incluyen:

  • Destrucción y modificación de su hábitat: durante los últimos 50 años, la población de lince ibérico ha disminuido debido a los cambios en el paisaje y la transformación de zonas de matorral en zonas agrícolas y forestales, lo que ha provocado una drástica reducción de su hábitat. 
  • Fragmentación de su hábitat: para reproducirse, los linces necesitan poder moverse libremente para encontrar pareja. Sin embargo, están cada vez más aislados unos de otros a medida que su territorio se fragmenta. Hay pocas probabilidades de que esta especie desarrolle una población grande y viable debido a la fragmentación del matorral mediterráneo donde viven. Además, la pérdida de sus entornos favorece la mortalidad de los jóvenes linces cuando se trasladan a otras zonas. 
  • Disminución de presas: los linces ibéricos y varias otras especies de animales dependen principalmente de los conejos, lo que los convierte en una parte importante de la cadena alimentaria. Sin embargo, en la última década, numerosas enfermedades han provocado una disminución de las poblaciones de conejos salvajes. La reducción de las poblaciones de conejos, junto con la destrucción y conversión de los antiguos hábitats del lince, han jugado un papel clave en la reducción de la población de linces. A pesar de ser excelentes cazadores y poder cazar presas más grandes como el corzo, no hay pruebas de que el lince caza otras presas cuando los conejos son escasos. 
  • Accidentes de tráfico: los accidentes de tráfico, que se han vuelto más habituales en los últimos años, son otra amenaza para el futuro del lince. De hecho, ser atropellado por un vehículo en movimiento sigue representando la mayor amenaza para estos felinos. Aunque el número de linces ibéricos se ha cuadriplicado en los últimos tres años, el número de linces muertos en la carretera ha crecido a un ritmo aún mayor en el mismo período de tiempo.

Conservación del lince ibérico

Debido a la casi desaparición de la especie en las últimas décadas, se han tomado una serie de medidas para asegurar su protección y conservación. En 2002, solo había 94 de estos animales en estado salvaje. Gracias al esfuerzo de diferentes organizaciones, la población de linces alcanzó los 547 en 2020. Se espera que para 2025 el lince ibérico sea catalogado como “vulnerable” si la tendencia continúa de esta manera. Se están llevando a cabo diferentes medidas para asegurar la supervivencia de esta especie:

  • Distintos planes y presupuesto para su conservación: actualmente, hay varios proyectos en marcha para aumentar las posibilidades de supervivencia del lince ibérico. Algunos de estos proyectos, como el programa de conservación de Iberlince, han recibido más de 70 millones de euros desde 2002, la mitad de los cuales provienen de la UE y la otra mitad es una combinación de fondos de las autoridades locales y donaciones privadas. 
  • Cría en cautiverio: existen varios programas que tienen como objetivo conservar la especie fuera de sus hábitats naturales por una variedad de razones, entre ellas poder mantener una población genéticamente sana y viable en cautiverio. Tan pronto como se aseguró el núcleo de población en Andalucía, se hizo imperativo crear nuevas poblaciones en otras partes del país para que el lince se reprodujera. 
  • Reintroducción de la especie: mediante la liberación de ejemplares criados en cautividad, se pretende aumentar las poblaciones de linces salvajes y desarrollar la diversidad genética, asegurando así su futura supervivencia. Hasta ahora, se han reintroducido 305 de estos felinos salvajes desde 2011, más de lo que se esperaba cuando comenzó el programa a principios de la década de 2000. Además, también han surgido nuevas poblaciones de lince ibérico de forma natural, es decir, sin necesidad de reintroducirlas. 
  • Planes de recuperación de sus principales presas: existen planes para restaurar la población de conejo de monte en estas zonas. Esto ayudará a mantener la cadena trófica y proporcionará alimento al lince ibérico, y otras especies. Además, se ha comprobado que, según la población de conejos, una hembra de lince puede parir más o menos crías. En regiones donde hay más conejos disponibles para cazar, el número de cachorros puede duplicarse. 
  • Creación de un plan de acción para prevenir muertes en carretera: Las autoridades locales han implementado una serie de medidas urgentes para combatir este problema, incluida la instalación de más señales de tráfico para alertar a los conductores, la reducción del límite de velocidad en ciertas áreas, la inspección de vallas en las carreteras y la facilitación de cruces de fauna.

 

Desde Hospital Veterinario Glòries esperamos que todas estas medidas sigan adelante y consigan dar fruto, haciendo que la conservación del lince ibérico se estabilice en el territorio español y Portugal.