Limpiar las orejas de un perro es algo que debe hacerse con regularidad, ya sea un cachorro o un perro adulto. Es muy importante la limpieza periódica de los oídos para evitar la aparición de hongos y enfermedades relacionadas.
A continuación te explicamos cuándo lavar las orejas a tu perro, los utensilios que necesitas para llevarlo a cabo y los métodos para hacerlo, asegurando que todo salga a la perfección.
Limpiar las orejas a nuestros perros
En primer lugar, para saber cuándo debes limpiar el interior de las orejas de tu perro, es importante llevar una revisión al menos semanal. Dependiendo de la raza y la forma de las orejas de tu perro, seguramente necesite una higiene más continuada. A continuación te contamos los pasos a seguir:
- El primer paso es conseguir todos los materiales que puedan ser necesarios para limpiar adecuadamente las orejas del perro:
- Gasas estériles.
- Bastoncillos de algodón.
- Solución salina (suero fisiológico)
En lugar de solución salina, también puedes optar por productos específicos que se comercian para limpiar las orejas de las mascotas. Se recomienda esterilizar la gasa antes de la aplicación, porque el algodón puede deshilacharse dentro de la oreja del perro y descomponerse.
Por último, para una limpieza mucho más profunda, necesitarás unos bastoncillos de algodón. Sí, los mismos que se usan en bebés. Son mucho más seguros.
- Es importante tener en cuenta que poco a poco debes ir acostumbrando a tu perro a esta rutina, por lo que si empiezas de cachorro mejor. Sin embargo, si has decidido adoptar un perro adulto, aún debes trabajar gradualmente para que el proceso no le asuste. Utiliza siempre el refuerzo positivo cuando tu perro esté quieto y te permita manipularlo. Esta es una excelente forma de distraerlos y recompensar su buena actitud en este momento.
- Empieza la limpieza echando hacia un lado el pelo que bloquea la oreja. En principio, si cuidas la higiene de tu perro con regularidad, no debería estar demasiado sucio. El segundo paso consiste en mojar la gasa con el producto elegido. Es recomendable aplicar algún tipo de producto especialmente diseñado, ya que facilitará la limpieza de la oreja y no irritará la piel de tu mascota. Comienza limpiando los pliegues exteriores alrededor de la oreja donde la suciedad tiende a acumularse.
- Una vez que el exterior de la oreja esté limpio, recomendamos reemplazar la gasa y usar una nueva para limpiar el interior. Humedece de nuevo la gasa y poco a poco introduce los dedos en la oreja del perro, sin entrar demasiado. Si tienes un cachorro, no debes meter el dedo más de un centímetro. Masajea lentamente el interior de la oreja con la gasa, teniendo cuidado de que tu perro no se mueva. Si no conoces al perro, es especialmente importante que lo hagas paso a paso. Además, al hacerlo lentamente tendrás una mayor oportunidad de estudiar el oído.
- Por último, utiliza un bastoncillo de algodón para niños (que es más grueso que los normales) para terminar de limpiar las zonas donde nuestros dedos no llegan. Es importante hacer esta parte del trabajo con cuidado, especialmente si tu perro está nervioso, porque podrías causarle un daño en el oído.
- Una vez que se completa el proceso, todo lo que necesitas hacer es masajear la parte exterior de la oreja del perro para calmarlo y darle una recompensa por aguantar la experiencia.
Recuerda que si no te ves preparado para hacer esta tarea, o tienes dudas sobre cómo hacerlo correctamente, es mejor que acudas a un veterinario de confianza y le pidas ayuda.
También será imprescindible la visita al especialista si notas suciedad especialmente oscura o mal olor, ya que puede tratarse de alguna enfermedad.
Recuerda: el cuidado de un perro en todos los aspectos de la higiene diaria es fundamental para prevenir futuros problemas de salud.