La incapacidad de impulsar el flujo sanguíneo a un ritmo adecuado para satisfacer las necesidades metabólicas celulares produce insuficiencia cardíaca congestiva en los perros, una condición que puede resultar letal para nuestra mascota y de la cual es preciso conocer cuáles son sus signos clínicos para identificarlos a tiempo.
Esta condición no es en sí una enfermedad, sino un síndrome clínico producido por una determinada patología cardiaca que altera el corazón e impide una adecuada irrigación de los tejidos. Así, la sangre se acumula en distintas zonas del cuerpo del animal, como en las extremidades o el tracto intestinal.
En las siguientes líneas, te contamos todo lo que necesitas saber acerca de esta insuficiencia cardíaca, a fin de identificar las causas que la producen y realizar un diagnóstico certero que permita una evolución favorable del animal.
¿Cómo se produce la insuficiencia cardíaca congestiva?
Distintas patologías pueden producir insuficiencia cardiaca congestiva en los perros. Una de las más comunes es la miocardiopatía dilatada, aunque también puede ser causada por ciertos defectos en las paredes del corazón, anomalías en el ritmo cardíaco, deficiencias en las válvulas cardíacas o por un aumento de la presión arterial, entre otras.
En el momento que el corazón presenta fallas, el organismo empieza a compensar para intentar que los tejidos reciban el oxígeno y la sangre necesarios. Cuando esta condición avanza, ya el cuerpo no puede ejecutar los mecanismos compensatorios por lo que los síntomas se comienzan a hacer más evidentes en el perro.
Así, en el momento en que desciende la irrigación de los tejidos, los receptores vasculares desencadenan una reacción de las neurohormonas, sustancias químicas que son producidas por células neuroendocrinas, dando paso a un aumento considerable de la frecuencia cardíaca y retención de líquidos.
Este mecanismo sobrecarga el miocardio y tiene efectos adversos que conllevan a una dilatación cardíaca que se observa en la insuficiencia cardíaca congestiva.
Entre las otras causas de la insuficiencia cardíaca congestiva, podemos mencionar las siguientes:
- Deficiencias de las válvulas cardíacas.
- Defectos en las paredes del corazón.
- Acumulación de líquido en el saco que rodea al corazón.
- Alteraciones del ritmo cardíaco.
- La enfermedad del gusano del corazón.
- Aumento de la presión arterial.
- Endocarditis.
- Tumores.
- Embarazo.
Signos y síntomas de la insuficiencia cardíaca congestiva
Por lo general, cuando esta condición se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo no presenta síntomas, sin embargo, conforme avanza el síndrome es posible observar en el perro algunos de estos síntomas:
- Tos persistente.
- Dificultad o respiración rápida.
- Intolerancia al ejercicio.
- Debilidad o cansancio.
- Desmayos.
- Encías y lengua grises o azules.
- Distensión abdominal por acumulación de líquidos.
- Colapso.
- Muerte súbita.
Una vez observados e identificados los signos clínicos, es necesario llevar al animal a una consulta veterinaria de urgencia que servirá para realizarle las pruebas iniciales, las cuales suelen incluir pruebas de sangre, medición de la presión sanguínea, radiografía de tórax, ecocardiograma, electrocardiograma y pruebas de orina, entre otras.
Otros estudios más especializados pueden incluir una prueba inmunosorbente enzimática y el análisis de los valores de hormonas péptidos natriuréticos BNP, que ha demostrado ser muy eficaz para el diagnóstico de la insuficiencia cardíaca congestiva.
Tratamiento y esperanza de vida
Reducir las cantidades de sal en la dieta del perro y limitar su actividad física para evitar una sobrecarga cardíaca, son dos de las medidas inmediatas que se deben tomar para hacerle frente a esta condición.
Respecto al tratamiento médico, es preciso acudir al veterinario a fin de que establezca los fármacos adecuados, cuya dosis estará sujeta al estado y la evolución de la insuficiencia cardíaca, así como al problema cardíaco específico y la causa.
El profesional veterinario podrá hacer uso de diuréticos a fin de eliminar la retención de líquidos, el edema y los derrames. Una vez que se observe el progreso, se podrá ir reduciendo las dosis de forma paulatina. También, el especialista podrá considerar el uso de glucósidos digitálicos, inhibidores de la Enzima Convertidora de Angiotensina II y beta bloqueadores.
En la mayoría de los casos, con el tratamiento adecuado y los cuidados necesarios, es posible conseguir resultados satisfactorios en la evolución del animal, mejorando de manera considerable su calidad de vida.
Los cuidados pueden incluir otras terapias y modificaciones en los hábitos de la mascota. Esto no solo ayuda a prevenir la insuficiencia cardíaca congestiva en el animal sino, también, a mejorar su condición en caso sea diagnosticado con ICC.
Además, se deberá mantener un adecuado control de la presión arterial, por lo que la observación médica es crucial para la evolución favorable del perro.
Alimentación del perro con insuficiencia cardíaca congestiva
Una atención especial merece la cuestión nutricional del animal. La alimentación inadecuada produce múltiples consecuencias adversas en el perro, por lo que lo principal es que no deje de ingerir alimentos, siendo preferible mantener la alimentación actual en caso de que el animal manifieste rechazo al comer ante cualquier cambio en la dieta.
Si es que el perro presenta buen apetito y una buena predisposición a cambios en su dieta, es preciso equilibrarla incorporando gradualmente ácidos grasos – omega 3, ya que son muy útiles para prevenir el desarrollo de caquexia cardiaca. Como lo mencionamos, los cambios dietéticos deben considerar la restricción del consumo de sal, un contenido equilibrado de vitaminas y minerales y la inclusión de algunos piensos enriquecidos.
Está comprobado que la obesidad aumenta considerablemente la demanda metabólica y hemodinámica cardíaca, además de interferir y dificultar la respiración y predisponer al desarrollo de arritmias; por ello, es imprescindible controlar el peso de la mascota a través de dietas hipocalóricas equilibradas, especialmente en aquellos animales con problemas de obesidad.
Cada año se hacen más frecuentes las consultas veterinarias por perros que han sido afectados por algún problema cardíaco. Siempre es necesario estar pendientes del funcionamiento adecuado del corazón de nuestras mascotas a fin de detectar el momento preciso en que necesitará atención médica.
La insuficiencia cardíaca congestiva es un síndrome clínico que puede detectarse a tiempo observando sus signos clínicos, a fin de realizar el tratamiento necesario que permita aumentar el pronóstico de supervivencia y mejorar la calidad de vida del perro.
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