El aseo de los animales es un factor muy importante que afecta su calidad de vida en cualquier estación del año, por tanto, las bajas temperaturas no son justificación para desatender su higiene; aunque estemos en la época de frío, los hábitos de limpieza de nuestras mascotas no deben de ser dejados de lado.
El pelaje del perro necesita estar siempre limpio pues esto influye directamente en su salud; un pelo aseado evita malos olores y enfermedades de la piel.
Los perros de pelo largo como, por ejemplo, los huskies siberianos, chow chow o alaskan malamutes, suelen tener una mejor resistencia a las bajas temperaturas que los perros de pelaje corto, como los doberman o chihuahua, los perros pequeños como los yorkshire, los cachorros o los perros en edad adulta.
También, los perros afeitados en gran cantidad son afectados negativamente por las bajas temperaturas del invierno. Así, un pelaje largo y grueso se convierte en el mejor abrigo y elemento de protección para el perro en invierno.
El aseo del perro durante el invierno
Es necesario facilitar el cepillado del pelaje aplicando una espuma nutritiva en el pelo antes de pasar el cepillo; de esta forma, se puede peinar con facilidad y se evitará el uso de agua en el pelo del perro.
En el momento de cortarles el pelo, es recomendable limitarlo solo a las puntas, para dar forma al peinado sin reducir la cantidad de pelo drásticamente. Se deberá cortar, sobre todo, alrededor de las patas, las almohadillas y en la panza para que no se moje mucho.
Además, es importante que el pelo que rodea las almohadillas esté bien corto, así se evita que la nieve o alguna bola de hielo entren en ellas.
Después de pasear, es aconsejable revisar sus almohadillas y verificar que no haya cortes o rasguños. Para ello, se deberá colocar una crema protectora de almohadillas cuya finalidad es acondicionarlas para resistir la sal y cualquier producto químico de los utilizados para derretir y quitar el hielo o la nieve.
Cuando terminen los paseos, se deberán secar las patas del perro con una toalla, a fin de evitar que se lama los restos de sal o cualquier otro producto. La sal es un irritante estomacal y los productos químicos pueden desencadenar una intoxicación.
En caso de llevar al perro a dar paseos largos y si tiene almohadillas sensibles, el veterinario recomienda aplicar un protector de almohadillas que ayude a reparar e hidratar la base de las patas.
La higiene del perro en los meses de frío deberá incluir una limpieza del hocico y de las zonas delicadas y sensibles del animal. Esta tarea se deberá hacer usando productos especiales que no requieran el uso de agua para retirarlos o enjuagarlos.
Darle un baño al perro en invierno puede generar en la mascota un problema de salud broncopulmonar, en especial si son cachorros, animales en edad adulta o perros sin protección. Por ello, la mejor opción es seleccionar un champú seco o en polvo para bañarlos sin tener que mojarlos.
Hay que tener en cuenta que la calefacción, el exceso de humedad o un cepillado deficiente, pueden dar lugar a problemas en la piel o exceso de muda en el animal; mantener el pelaje y la piel sana es esencial para que el perro esté bien protegido en los meses fríos.
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