Si en los perros había una raza predilecta por la antigua realeza, que es el Pomerania, en los gatos también: se trata del gato persa. Y no es de extrañar: los gatos persas cuentan con abundantes y lujosos pelajes, además de una personalidad un tanto regia. Son gatos de aspecto elegante y muy mimosos. Por sus peculiaridades, requieren un poco de atención adicional. ¿Quieres saber más sobre los gatos persas? Sigue leyendo para conocer todo acerca de ellos.

Breve historia de los gatos persas

Quizás te pueda sorprender, pero el gato persa es una de las razas de gatos más antiguas, llegándose a ver en jeroglíficos desde 1684 a. C. Se les llama persas porque fueron traídos a Europa desde Persia (el Irán moderno) a principios del siglo XVII. Aún así, siguen existiendo dudas de dónde se originaron.

Estos gatos de pelo largo se convirtieron en los favoritos de la realeza, como la reina Victoria. El persa es aún hoy en día una de las razas de gato más populares. Son gentiles y dulces y tienen una personalidad un tanto principesca . Por lo general, pasan su tiempo tumbados ​​en una almohada, en el sofá o en el regazo de su dueño, como si estuvieran sentados en un trono.

Cuidar de un gato persa

Esta raza lleva algo de trabajo comparada con la mayoría de gatos. En especial, los cuidados deberán ir dirigidos a su pelaje, ya que suele ser largo y abundante. Es importante cepillarlos a diario y darles baños de forma regular para mantener su aspecto limpio. Por ello te aconsejamos introducirlos al baño la antes posible, para hacer de esta experiencia algo habitual para ellos. Tienden a ser animales de baja energía a los que les encanta el afecto y la tranquilidad y seguridad del hogar. 

En cuanto a problemas de salud, los persas sufren de dificultades heredadas que pueden ser una graves según el caso. Incluyen enfermedad renal poliquística, cálculos en la vejiga, cistitis (infecciones de la vejiga) y derivaciones hepáticas.

Variedades de gatos persas

Aunque el gato persa más típico es el de color blanco con ojos azules, existen muchas otras variedades. Por ejemplo, los persas azules (un gris azulado muy peculiar) es uno de los más deseados entre los amantes de los gatos. Otro de los más espectaculares por su color es el persa marrón. En cuanto al tamaño, los persas actuales tienen un tamaño mediano o grande. Son robustos, de patas cortas y anchas.

Si estás preparado para el desafío del aseo diario y el baño frecuente, el persa de pelo largo es la raza de gato que estabas buscando. Independientemente de los colores de pelaje que elijas estos gatos son adorables tanto por dentro como por fuera. ¡No es de extrañar que la gente se enamore de sus orejas pequeñas, pelo suave y su cara plana!

Ser dueño de un gato persa

Recuerda que un gato persa, por muy bonito que sea, no vive para participar en exhibiciones. Cuidar de él será todo lo que necesite para ser feliz.

Asegúrate de controlar los posibles problemas de salud que te contamos en este artículo, vigila su estado renal, y llévalo al veterinario con regularidad para poder prevenir cualquier tipo de enfermedad.

Si es tu primer persa y tienes dudas sobre la higiene diaria de tu gato, también puedes preguntar a los profesionales veterinarios, ya que te ayudarán y te ofrecerán consejos sobre lo que necesites.