Es necesario que las personas lleven a sus mascotas al veterinario para someterlas a un chequeo general sobre su estado de salud con cierta periodicidad; sin embargo, muchas veces surge el interrogante de con qué frecuencia es preciso llevarlas. Esperar a que presente síntomas graves de alguna enfermedad para acudir al veterinario no es lo correcto ni aconsejable para tu mascota.

Este artículo se enfocará en las mascotas más comunes en el hogar como los perros y los gatos, ya que las aves, los peces y los roedores no suelen requerir de visitas regulares; un cambio de ambiente brusco para estas especies exóticas representa situaciones de estrés, por lo que, en estos casos, deben ser llevadas al veterinario únicamente cuando muestren síntomas de afecciones graves.

 Frecuencia de visita al veterinario según la edad de la mascota 

Hay edades en la vida del perro en que los procesos deben ser vigilados con mayor frecuencia.

Durante los primeros seis meses de vida, es fundamental que las visitas al veterinario sean regulares. Este período comprende de vacunaciones importantes para la prevención de futuras enfermedades.

En el caso de los gatos, cuando cumplen los dos meses, hay que colocarles la vacuna trivalente y la de leucemia felina; a los tres meses la revacunación del trivalente y así sucesivamente hasta completar las dosis de las primeras vacunas.

A partir del primer año y hasta finalizar edad adulta y empezar la madurez, hay que llevar a la mascota al veterinario idealmente una vez al año. Estas visitas son para el reforzamiento de las vacunas, por ejemplo, las de la séxtuple y de la rabia en el caso de los perros.

Luego llega la vejez, por lo tanto, hay que llevarlo al veterinario cada seis meses para que se le realicen las respectivas revisiones. En esta etapa son más propensos a enfermedades como la osteoporosis, problemas cardiovasculares y enfermedades renales.

La visita al veterinario debe incluir chequeos completos, como una anamnesis y un examen físico. Según las señales que encuentre el veterinario en el análisis, requerirá de estudios complementarios de sangre, orina, radiografías y ecografías.

Es preciso llevar a las mascotas que se encuentran en período de gestación con más frecuencia al veterinario. Al menos hay que acudir cuando se detecta el embarazo, para realizar un diagnóstico de la maduración fetal y el estado de los fetos.

 Consecuencias de no llevar a la mascota al veterinario 

No llevar las mascotas al veterinario es abandonarlos a riesgo que puedan desarrollar zoonosis, es decir, enfermedades transmisibles a las personas. El dueño y los que estén cerca de la mascota corren riesgo. Algunas de estas enfermedades son la tiña, la rabia, la toxocariasis, la toxoplasmosis y la leptospirosis.

Al tener una mascota, independientemente de la edad y de la raza, hay que llevarla inmediatamente al veterinario para que el especialista nos ofrezca un diagnóstico de su salud y las mejores recomendaciones. También, para detectar si hay alguna enfermedad o condición especial que debe ser tratada.

La frecuencia con la que se debe llevar a la mascota al veterinario va a depender del control de vacunación de la raza, del crecimiento y de la condición especial que pueda presentar.

Las recomendaciones que aquí se ofrecen son las mínimas para mantenerlos saludable, sin embargo, la frecuencia varía en función a diversos factores que el veterinario deberá determinar.