Las enfermedades respiratorias en los perros son un problema médico veterinario relativamente común en todas las razas. Prestar atención a la salud y el bienestar general de nuestros animales de compañía es esencial para todos. Sin embargo, dado que existen muchos tipos diferentes de enfermedades respiratorias en los perros, muchos de los síntomas son compartidos. Esto puede dificultar el diagnóstico y demuestra por qué es tan importante buscar asesoramiento veterinario para una evaluación adecuada.

En este artículo hablamos de un tipo de enfermedad pulmonar en perros como es la fibrosis pulmonar. Hablaremos sobre posibles causas, síntomas que nos alertan de su presencia y qué opciones de tratamiento están disponibles.

¿Qué es la fibrosis pulmonar en perros?

La fibrosis es un término general para la formación de exceso de tejido fibroso en el cuerpo, ya sea en un órgano o en cualquier tipo de tejido corporal. A veces, esto es saludable, ya que se puede utilizar para reparar el tejido dañado. Sin embargo, también puede ser patológico, especialmente si es el resultado de una enfermedad o lesión. La cicatrización es un tipo de fibrosis y la cicatrización pulmonar se conoce como fibrosis pulmonar.

Las causas de la fibrosis pulmonar son variadas y no siempre conocidas. Es una afección grave y puede reducir drásticamente la calidad de vida del animal, ya que compromete su respiración. Algunas razas de perros son más susceptibles que otras. El West Highland White Terrier o Westie es quizás la raza más asociada con la fibrosis pulmonar, según algunos estudios veterinarios.

Síntomas de fibrosis pulmonar en perros

Como dijimos anteriormente, los síntomas de la fibrosis pulmonar en perros pueden confundirse con otras enfermedades respiratorias. Generalmente, los perros afectados por este problema clínico tendrán los siguientes síntomas observables:

  • Tos crónica persistente.
  • Taquipnea (respiración anormal y rápida).
  • Cianosis (decoloración de las membranas mucosas).
  • Intolerancia al ejercicio.
  • Síncope (desmayo).

Todos estos síntomas también son característicos de patologías cardíacas (problemas cardíacos), pero se deben realizar pruebas complementarias para llegar al diagnóstico correcto.

Causas de la fibrosis pulmonar en perros

Las causas de la fibrosis pulmonar en perros son relativamente poco conocidas en la comunidad científica. Es una patología que aún se está estudiando de cerca y hay ciertas teorías que brindan sugerencias sobre sus posibles orígenes. Incluyen:

  • Control ambiental inadecuado: los perros que tienen una exposición constante al polvo, sustancias nocivas e irritantes respiratorios, pueden ser más propensos a la fibrosis pulmonar.
  • Infecciones respiratorias crónicas: algunos perros pueden tener infecciones respiratorias relativamente leves que son recurrentes. Cuando son crónicos o no se tratan correctamente, el daño puede volverse acumulativo y convertirse en fibrosis pulmonar. Por lo general, esto tiene mayor probabilidad de ocurrir a una edad avanzada.
  • Genética: como los Westies tienen predilección por la enfermedad (al igual que las razas Terrier en general), esto sugiere que puede haber un factor genético que influya en su desarrollo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cualquier raza o perro mestizo puede tener la enfermedad.
  • Cáncer en perros: se ha podido demostrar que algunos perros con quistes pulmonares pueden desarrollar esta patología a lo largo de su vida. El crecimiento celular anormal puede provocar una acumulación excesiva de tejido fibroso.
  • Inhalación de gases nocivos: si bien es poco probable que tu perro esté cerca de gases muy nocivos, la inhalación de sustancias tóxicas puede causar cicatrices en los pulmones del animal.

La fibrosis pulmonar sin causa aparente se conoce como fibrosis pulmonar idiopática en perros. Este es el caso en la mayoría de los ejemplos clínicos, especialmente porque la determinación de la causa no necesariamente afecta el plan de tratamiento.

¿Se puede curar la fibrosis pulmonar en perros?

Antes de decidir un posible tratamiento para la fibrosis pulmonar en perros, debemos tener claro que esta es una condición crónica que generalmente se desarrolla con el tiempo. El tratamiento se puede llevar a cabo en forma de control de síntomas, pero es prácticamente imposible revertirlos. La mayoría de los expertos veterinarios recomiendan medicamentos que pueden aliviar los síntomas asociados, pero es poco probable que el perro recupere la salud por completo.

Para establecer un plan de tratamiento que mejore la sintomatología del animal y ayude a prolongar su vida, primero debemos lograr un diagnóstico correcto. Investigar la salud del sistema respiratorio y cardiovascular no siempre es fácil. 

Un veterinario que sospecha de fibrosis pulmonar puede realizar ciertas pruebas de diagnóstico, que incluyen:

  • Rayos X: la radiología es la prueba diagnóstica más importante para la fibrosis pulmonar en perros. El tejido fibroso característico es visible en las radiografías si se sabe qué buscar, lo cual es responsabilidad del veterinario. En algunos casos, las radiografías tomadas pueden usarse como referencia para la fibrosis pulmonar quística. Esto es particularmente importante cuando existe la posibilidad de que existan células cancerosas.
  • Hematología: la química sanguínea del perro será un indicador de enfermedad, pero no es la prueba de diagnóstico más precisa cuando se trata de un diagnóstico preciso de fibrosis pulmonar. Sin embargo, es una prueba vital, ya que nos podrá decir si existen otras enfermedades determinadas o si existen complicaciones relacionadas con su salud. Si hay fibrosis pulmonar, debería haber un aumento de los glóbulos rojos debido a la hipoxia (suministro inadecuado de oxígeno).
  • Ecocardiografía: un porcentaje importante de perros con fibrosis pulmonar presenta hipertensión pulmonar, signo clínico que debe ser diagnosticado mediante este método. En algunos estudios internacionales recientes, se concluyó con que un gran porcentaje de perros West Highland Terriers examinados fueron diagnosticados con hipertensión pulmonar junto con fibrosis pulmonar.

Existen otras técnicas que se utilizan para diferenciar un diagnóstico de fibrosis pulmonar con una afección relacionada, como el lavado broncoalveolar. Dado que son técnicas invasivas que requieren un equipo específico y un especialista veterinario, su uso es menos común. Además, pueden suponer un mayor riesgo para el bienestar del perro.

Todos los métodos de diagnóstico mencionados anteriormente solo deberían llevarse a cabo después de un examen físico inicial por parte de tu veterinario de confianza. Bajo ninguna circunstancia se debe someter al perro a procedimientos incómodos o dolorosos si no es estrictamente necesario. ¿Quieres que revisemos el estado de salud de tu perro en nuestro hospital? Contacta ahora con nosotros y pide una cita.