La encefalopatía hepática en perros consiste en una acumulación de toxinas en la sangre que deberían haber sido metabolizadas por el hígado y eliminadas por el riñón. El principal problema es el aumento de los niveles de amoníaco. Esto produce urea y otras toxinas que se metabolizan incorrectamente. Esta acumulación de toxinas en la sangre llega al sistema nervioso central, afectando neuronas y neurotransmisores y provocando síntomas neurológicos. Generalmente se debe a un problema hepático que impide un metabolismo adecuado, aunque también puede ocurrir como resultado de una comunicación vascular inadecuada o una deficiencia enzimática en el ciclo de la urea.

Continúa leyendo este artículo para conseguir más información sobre la encefalopatía hepática en perros. Analizaremos específicamente las causas, los síntomas y el tratamiento para que puedas saber qué hacer si tu perro llega a tener esta enfermedad.

¿Qué es la encefalopatía hepática?

Si una enfermedad es hepática, significa que está relacionada con el hígado. Sin embargo, la encefalopatía es una condición que causa daño al cerebro. Los dos están relacionados porque es un trastorno metabólico del hígado del perro que resulta en la acumulación de toxinas en la sangre. Cuando estas toxinas llegan al sistema nervioso central, viajan al cerebro y desencadenan signos de problemas neurológicos.

Dado que el hígado es un órgano vital, su eficacia afecta la salud de todo el organismo. Se encarga de limpiar y desintoxicar la sangre del perro de los desechos producidos durante el metabolismo de las células. Específicamente, el ciclo de la urea tiene lugar en las mitocondrias de las células del hígado. Durante este ciclo, el exceso de amoníaco se convierte en aminoácidos útiles y urea, la última de los cuales se convierte en orina en los riñones.

Por esta razón, cuando el hígado falla por cualquier motivo, su función desintoxicante se ve afectada. Los compuestos de desecho y las toxinas se acumulan en la sangre que de otro modo deberían haberse eliminado. Como no se eliminan, terminan en el cerebro: dañan las células y provocan cambios en los neurotransmisores.

Causas de la encefalopatía hepática en perros

En los perros, la enfermedad engloba causas derivadas de anomalías vasculares, deficiencias enzimáticas en el ciclo de la urea o daño hepático. Entre ellas podemos encontrar:

  • Cirrosis hepática.
  • Enfermedad hepatobiliar.
  • Envenenamiento, medicamentos o infecciones que causan insuficiencia hepática.
  • Derivación portosistémica intra o extrahepática.
  • Hepatitis crónica.
  • Deficiencia de la enzima arginosuccinato sintetasa.

Síntomas de la encefalopatía hepática

La encefalopatía hepática en perros se puede dividir en cuatro etapas. La etapa en la que se encuentra un perro está determinada por la gravedad de la enfermedad:

  1. Al inicio del problema, el perro estará desorientado, perderá el apetito, se volverá irritable y puede estar torpe.
  2. A medida que el cuadro clínico empeora, el perro notará presión en la cabeza. Esto lo notarás por el acto compulsivo de presionar su cabeza contra una superficie dura como la pared. También pueden caminar en círculos, desarrollar ataxia, letargo e incluso quedarse ciegos.
  3. Cuando la condición es más grave, el perro estará confundido. Podremos ver estupor, descoordinación, inactividad, sialorrea, convulsiones e incluso agresión.
  4. En ocasiones, la acumulación de toxinas causa tanto daño que el perro cae en coma y ocurre la muerte.

También hay otros signos no neurológicos de encefalopatía hepática en perros, que incluyen pérdida de peso, poliuria-polidipsia, vómitos, diarrea y ascitis

Diagnóstico de encefalopatía hepática canina

El diagnóstico debe basarse en la sintomatología del animal, la anamnesis (historia clínica) y determinadas pruebas para confirmarlo:

  • CBC (recuento hematológico completo): mostrará anemia no regenerativa de leve a moderada.
  • Química sanguínea: se pueden observar cambios como hipoalbuminemia, disminución de urea, aumento de amoníaco, aumento de AST, ALT y fosfatasa alcalina, y aumento de bilirrubina si la insuficiencia hepática es muy grave. Algunos perros pueden tener hipoglucemia e hipercolesterolemia en ayunas.
  • Análisis de orina: la orina puede estar diluida y tener cristales de biurato de amonio.

Tratamiento de la encefalopatía hepática en perros

Cuando se diagnostica encefalopatía hepática, hay que actuar con rapidez. Muchos perros deberán permanecer en el centro veterinario en el que se les atienda, donde se les administrará fluidoterapia y oxígeno. Una vez desintoxicado, se debe tratar la enfermedad que ha provocado la encefalopatía hepática para que el organismo se recupere y no vuelva a ocurrir.

Los tratamientos van desde la medicación hasta las intervenciones quirúrgicas, especialmente en la derivación portosistémica. Cuando el perro tiene un hígado afectado, se debe reducir la ingesta de proteínas para reducir el estrés en la función hepática.

Si tu perro sufre de encefalopatía hepática, podemos ayudarte. Pide una cita llamando al 932 460 805 o escríbenos por el formulario de contacto de la web para que podamos atender a tu mascota lo antes posible.