De la misma forma que en los humanos, el proceso de envejecimiento en los gatos representa una experiencia individual, por lo que los primeros signos de vejez los mostrará en diferentes etapas de su vida adulta.
Aunque la perspectiva es que nuestra mascota vea su salud afectada durante este proceso, lo cierto es que la vejez del gato no tiene por qué representar la necesidad de afrontar patologías que mermen su calidad de vida.
La esperanza de vida de un gato puede ser incluso mayor que la de un perro. Así, una adecuada combinación entre cuidado oportuno, vida activa y buenos genes, puede representar una vida más allá de los 20 años.
Precisamente, para ofrecerle calidad de vida al gato en su edad adulta, es preciso conocer los cuidados elementales que se le deben brindar.
Continuar los cuidados médicos apropiados
Cuando el gato llegue a la edad adulta, necesitará mayor consistencia y visitas periódicas al veterinario. Además de los controles normales y la revisión de las vacunas, es importante tomar en cuenta el análisis de marcadores relacionados con la edad.
Hay que estar pendiente de los valores en sangre, con el fin de examinar cómo están los sistemas internos. El veterinario le hará seguimiento al funcionamiento de los riñones, la tiroides, al sistema circulatorio, glucosa en sangre y funcionamiento cardiaco.
Aunado a esto, es preciso estar pendiente del peso y de la actividad del animal, a medida que gane edad.
Evitar el sedentarismo
Uno de los problemas más críticos de los gatos en edad adulta es que pueden volverse perezosos. Si bien los gatos suelen dormir bastante, también tienen períodos intensos de actividad.
Al alcanzar cierta edad, este dinamismo no puede perderse o el felino se encontrará en riesgo de padecer de obesidad y artritis. Por ello, es necesario que prevalezca la rutina.
Los gatos son animales de costumbre. El tener y mantener una rutina diaria es vital para la salud física y emocional del felino; de esta manera, el animal se sentirá mucho más cómodo y evitaremos el riesgo de depresión.
Cuidado del pelo, la piel, las encías y los dientes
Tanto el pelaje, como la piel, las encías y los dientes, deben estar bajo supervisión constante. Es necesario brindarle una rutina de cepillado que estimule el pelaje, así como una revisión constante de encías y piezas dentales para evitar su caída.
Es probable que sea necesario incluir masajes u otros estímulos corporales que ayuden a favorecer las articulaciones, a fin de evitar que la rigidez articular afecte la piel y le cause irritación o laceraciones.
Atención a la dieta
Uno de los males más frecuentes en un gato adulto es la obesidad; la disminución en el ritmo de actividad, los padecimientos anexos y el descuido, pueden llevar al gato a ganar peso muy rápidamente.
Por ello, es crucial revisar y reestructurar la dieta; dado el sedentarismo, hay que despedirse un poco de lo calórico.
Sin embargo, debido al avance de la edad, una buena carga de proteínas, nutrientes y fibra son clave para la salud del felino, por lo que es recomendable consultar con el veterinario respecto a la mejor alimentación para el animal.
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