Es probable que a la mayoría de personas no se les ocurra tener a una cucaracha como mascota; no obstante, existen quienes encuentran fascinante criar a este tipo de animales. Y es que, hoy en día, la elección de una mascota va más allá de los perros o gatos. 

Para muestra de ello, hoy vamos a conocer a uno de los animales de compañía más singular que podremos conseguir: la cucaracha de Madagascar

A pesar de que muchas personas les tengan terror a las cucarachas, esta variedad, totalmente inofensiva para los seres humanos, es una de las favoritas para cuidar y acompañar. 

La cucaracha silbante de Madagascar

Se trata de uno de los insectos más grande el mundo y, por supuesto, el de mayor tamaño de entre todas las variedades de cucarachas existentes. De hecho, existen aproximadamente unas 4 mil variedades de cucarachas a nivel mundial; sin embargo, los humanos solo estamos en contacto con 30 de ellas. 

Este tipo de insecto es muy seguro para tener en casa, puesto que no representan una amenaza para la salud de los seres humanos; además, no interfieren en la rutina diaria y no resultan agresivas para las personas. 

El origen de esta cucaracha se encuentra en el continente africano, puntualmente en la isla Madagascar. 

Rasgos distintivos de estos insectos

El tamaño es una de las características más destacada de la cucaracha de Madagascar. Este subtipo puede alcanzar hasta los 8cm de largo y posee un cuerpo negro, ovalado y aplastado. 

Además de la ausencia de alas, la principal diferencia que presenta con otras cucarachas son las rayas naranjas que tiene en el abdomen. En el caso del macho, la cucaracha de Madagascar se distingue por unos cuernos en la cabeza, así como por sus antenas que resultan peludas y de mayor grosor, con respecto a la hembra. 

Otra característica singular de esta cucaracha es su particular siseo. De hecho, este sonido, que emite especialmente cuando se siente amenazada, constituye una de las principales curiosidades del animal y la razón por la que puede resultar espeluznante para algunas personas. 

La cucaracha trabaja su abdomen contrayéndolo para permitir el paso de aire por los espiráculos, que son los pequeños orificios respiratorios de ellas. De esta forma, no solo emiten alerta, sino que suelen asustar a sus depredadores y alejar el peligro. 

Otro de los “encantos” de este insecto es su capacidad para escalar, y es que compensa su incapacidad de volar con unas patitas ventosas que les permite una excelente adherencia a las superficies. 

Comportamiento de la cucaracha de Madagascar

Aunque resulte difícil de creer, las cucarachas en general son animales sociables. De hecho, su comportamiento es bastante gregario, agrupándose para sobrevivir y cuidarse entre sí. 

En el caso de las cucarachas de Madagascar no es la excepción. Aunque no se ha profundizado lo suficiente en el estudio del comportamiento de estos insectos, sí se sabe que en determinadas circunstancias pueden manifestar cuidado parental. 

También, se tiene evidencia de que se comunican entre sí en su enjambre gracias al olor de las heces, creando, incluso, rastros con sus excreciones para guiar a los otros hasta la comida o el refugio. 

Uno de los puntos clave de las cucarachas de Madagascar es su comportamiento apacible y nada violento, que las convierte en un animal seguro para adoptar como mascota. 

Estos insectos no muerden ni atacan; tampoco se alimentan de carne. 

El hábitat y su alimentación 

Aunque esta especie es originaria de la isla de Madagascar, se ha logrado extender fácilmente por el mundo. En su hábitat natural, hace su hogar en troncos húmedos y descompuestos, así como ramas o conjuntos de hojas. 

Siempre está buscando la humedad de la zona, ya que le proporciona mejores oportunidades de alimentación. Como mascota, los dueños suelen crearles pequeños terrarios en donde recrean las condiciones de unas hojas o troncos de árboles.

En cuanto a su alimentación, la cucaracha de Madagascar se nutre precisamente de lo que está disponible en su hábitat. Así, le gusta comer vegetales, frutas, hojas y restos de corteza de árbol. 

En cautiverio, su dieta está basada en vegetales, hortalizas y frutas. Incluso, algunas son alimentadas con pequeñas dosis de alimento para cachorros de perro. 

Curiosidades de las Cucarachas de Madagascar 

Presentan comportamiento parental; este subtipo de cucaracha es uno de los que más cuidado paterno ofrece a las crías. De hecho, las colonias, que suelen ser familias, conviven juntas durante mucho tiempo, periodo durante el cual se cuidan y alimentan entre sí como una verdadera familia. 

Pueden vivir hasta cinco años; la esperanza de vida de las cucarachas no es muy amplia, sin embargo, en el caso de esta especie, tienen la posibilidad de vivir hasta cinco años bajo cuidados, atenciones y lejos de riesgos. En su hábitat natural son perseguidas por depredadores, pero en cautiverio viven una vida bastante tranquila. 

Su aterrador siseo es considerado atípico; la mayoría de los insectos que producen ruido lo hacen gracias a la frotación de alguna de las partes de su anatomía, sin embargo, esta cucaracha lo genera gracias al paso de aire a través del abdomen y de sus orificios respiratorios. 

El silbido tiene doble función; aunque ambos sexos silban, en el macho cumple doble función ya que tiene un tipo especial de siseo que se dispara en momentos de emergencia o en disputas con otro macho, mientras que a la hora de buscar pareja desarrollan otro silbido distinto.

Mudan su piel hasta seis veces; estas cucarachas llegan a mudar su piel hasta seis veces antes de alcanzar la madurez, período en el cual se vuelven más vulnerables, ya que no pueden comer el día anterior a una muda. Una vez que alcanzan los siete meses de edad, dejan de mudar.

Debido a su apariencia, comportamiento y modo de comunicación, la cucaracha silbante de Madagascar es un insecto apasionante. Este tipo de cucaracha se cría con mucha facilidad y puede ser una buena opción para los niños, en especial si lo que se quiere es ayudarlo a superar el miedo a los insectos.