Separar a un cachorro de su madre demasiado pronto nunca es buena idea. No solo no habrán sido destetados, sino que se les negará la presentación y comprensión vital del mundo proporcionada por su madre. En la naturaleza, las madres rara vez dejarían a sus cachorros apartados de ellas. Se suelen separar en un momento en el que el perro ha sido suficientemente nutrido física y cognitivamente para poder sobrevivir bien al entorno. En lo doméstico, donde las amenazas de los depredadores son pocas y los recursos son abundantes, los cachorros pueden ser separados de sus madres solo por nosotros, los humanos.
En este artículo respondemos a la pregunta de cuánto debería estar un cachorro con su madre y analizaremos las principales repercusiones de separarlos demasiado pronto.
¿A qué edad se puede separar a los cachorros de su madre?
Cuando discutimos el momento adecuado para separar a un cachorro de su madre, primero necesitamos saber por qué es importante esperar. También debemos saber que hay un momento ideal para quitar un cachorro de su madre. Esto es para que el cachorro pueda realizar la transición correcta al entorno doméstico. Los dos factores más importantes son:
Destete
Una de las razones más importantes por las que un cachorro no puede separarse de su madre demasiado pronto es la alimentación. La leche de una madre para perros contiene exactamente la composición nutricional adecuada no solo para sustentar al cachorro, sino también para ayudarlo a desarrollarse adecuadamente. Esta leche se puede reproducir artificialmente, pero nunca tendrá la misma calidad que la fuente natural.
Socialización
El desarrollo de un cachorro requiere más que satisfacer sus necesidades físicas. También se deberán satisfacer sus necesidades psicológicas y emocionales para garantizar su salud y bienestar en la edad adulta. Aquí es donde la socialización de los perros juega un papel importante.
Desde el simple acto de amamantar, la madre comenzará a socializar a sus crías. Esta es una acción importante que muestra la reciprocidad del cachorro, pero también le ayuda a comunicarse. Por ejemplo, cuando el cachorro llora, la madre lo atenderá. También los mantendrán a raya cuando se porten mal, algo muy importante para cuando vivan con humanos.
Aunque es posible que una madre dé a luz a un solo cachorro, es poco probable. La camada promedio suele ser de 5 a 8 cachorros según la raza. Aunque la madre comienza el proceso de socialización cuidando de la camada, los hermanos de cada cachorro recién nacido juegan un papel importante en la forma en que interactuarán con el mundo.
Los cachorros aprenden la inhibición de mordidas, la comunicación básica, los límites de comportamiento y muchas otras lecciones al jugar con sus hermanos. Los perros son animales naturalmente sociales que quieren formar parte de una manada. Les ayuda a sentirse seguros y les brinda seguridad. Si no tienen estas experiencias, los cachorros podrían crecer inseguros.
¿A qué edad se puede separar a los cachorros de su madre?
El tiempo mínimo que debe estar un cachorro con su madre es de 6 semanas, período de tiempo después del cual el cachorro comienza a destetar. Sin embargo, este es el mínimo indispensable. El tiempo mínimo ideal que el cachorro debería poder separarse de su madre es de 8 semanas. Aún así, muchos etólogos también afirman que el cachorro debe estar con su madre hasta las 12 semanas de edad .
Debemos señalar que cuanto más tiempo esté un cachorro con su madre, mejor será su desarrollo. Por ello, es recomendable dejar al cachorro con su madre hasta aproximadamente los 3 meses de edad.
¿Qué ocurre cuando separamos a un cachorro de su madre demasiado pronto?
Dado que quedarse con su madre es importante física y psicológicamente, es comprensible que las repercusiones negativas tengan un impacto tanto físico como psicológico. Los problemas físicos que probablemente sufrirán estos cachorros incluyen:
- Disminución del apetito.
- Mala respuesta del sistema inmunológico.
- Pérdida de peso.
- Mayor riesgo de enfermedad.
Básicamente, cuando un cachorro se separa demasiado pronto de su madre, supondrá un riesgo para su expectativa de vida. El cachorro no recibirá las mismas hormonas, enzimas, anticuerpos y otros importantes beneficios físicos de la leche materna. Esto significa que puede que no se desarrolle tan bien, siempre que la leche que la madre le proporciona provenga de un cuerpo con un buen estado de salud.
Psicológica y emocionalmente, separar a un cachorro de su madre demasiado pronto tiene un efectos perjudicial grave. De hecho, es una de las razones más comunes por las que un cachorro desarrollará problemas de comportamiento más adelante en la vida.
Dado que los cachorros aprenden a inhibir las mordeduras de su madre y sus hermanos, es probable que tengan problemas para morder si se los quitan demasiado pronto. Es cierto que siempre es posible entrenar a un perro para que deje de morder, pero será muy difícil si no lo ha aprendido desde el principio. Esto significa que no cualquier persona podrá hacerse cargo de un perro así, lo que podría suponer ayuda profesional y experta.
El período sensible es el tiempo durante el cual el perro es más impresionable y vulnerable. Durante este tiempo, aprenden las habilidades y los límites explicados anteriormente, comenzando alrededor de las 3 semanas de edad y terminando alrededor de las 12 semanas. Si se separa al cachorro de su madre durante este tiempo, especialmente durante las primeras etapas, puede ser una experiencia muy traumática. Tal trauma puede resultar en:
- Estrés/ansiedad.
- Incontinencia.
- Ansiedad por separación.
- Problemas para dormir.
- Agresión.
- Miedo al pasear.
- Posesividad.
- Destructividad.
- Desconfianza con los extraños.
- Difícil comportamiento con otros perros.
Hay otros factores que pueden llevar a que los perros desarrollen problemas de comportamiento similares, pero se sabe que separarlos de sus madres durante el período sensible tiene un efecto perjudicial. Diversos estudios afirman que la probabilidad de desarrollar los problemas de comportamiento anteriores es mucho más posible con los perros separados demasiado pronto de su madre que en perros que han tenido un crecimiento y aprendizaje más largo con sus madres y hermanos.