Gracias a su inteligencia, los periquitos australianos son una de las aves preferidas por las personas para tener como mascotas, destacando no solo por su gran colorido sino, también, por su carácter despierto y alegre, que consigue llenar de energía cualquier hogar. Hoy dedicamos unas líneas a estas aves, con la finalidad de aprender un poco más sobre su cría y cuidado.  

 Características generales de los periquitos australianos

Provenientes de la variada fauna de Australia, los periquitos australianos, también conocidos como periquitos comunes, son un tipo de ave endémica que pertenece a la familia de los loros y que se han adaptado perfectamente a otras zonas del mundo, como Europa y América. En estos lugares, son muy requeridos como mascotas por su tamaño pequeño y peculiar canto.  

Los periquitos australianos miden apenas entre 18cm y 20cm desde la cabeza a la cola y su peso es de tan solo 30-35gr. Por lo general, son de color verde claro y tienen la cabeza amarilla, aunque es posible encontrarlos en múltiples combinaciones de colores como el marrón, celeste, blanco y gris.

Poseen un tipo de carácter muy particular que se caracteriza por su alegría y vivacidad. Estas aves, además, son muy inteligentes y son capaces de reconocer a su dueño y de manifestarle sus ganas de jugar. Es por ello que los periquitos australianos son tan requeridos como mascotas, en especial por los más pequeños.

Es precisamente debido a su carácter que estas aves deben estar en compañía de otros ejemplares similares, por lo que resulta imprescindible criarlos en un hábitat que incluya al menos un periquito más de su misma especie. Cuando son criados solos, suelen manifestar aburrimiento y tristeza, más aún cuando los dueños se encuentran fuera de casa.    

Estos ejemplares se han adaptado mucho a la vida doméstica, lo que les impide sobrevivir con facilidad en el entorno silvestre, debido a que no serían capaces de proveerse su propio alimento, tendrían dificultades para volar adecuadamente y correrían peligro al estar expuestos a los depredadores.   

Preparando el hábitat de los periquitos

Una buena jaula, lo suficientemente amplia como para permitirles desplazarse con facilidad, es el mejor hábitat para los periquitos australianos. Lo ideal es que sea rectangular y no circular. Los complementos básicos que deberá tener la jaula son un comedero, un bebedero y una bañera, los cuales deberán lavarse cada tres o cuatro días. Además, es importante cambiar el agua del bebedero diariamente.

Es preferible que el material de la jaula sea de acero inoxidable, aunque también pueden ser utilizadas las de aluminio. Lo importante es que sean fáciles de limpiar y que no representen un peligro para el animal. En su interior, es preferible que el piso tenga una rejilla que impida que los periquitos tengan contacto directo con sus deposiciones.  

El lugar en el que se ubique la jaula deberá ser cálido, con una temperatura que oscile entre los 20° y 25°C. y con suficiente luz natural. Los periquitos deberán estar protegidos de las corrientes de aire y con acceso al sol, aunque siempre cuidando que su exposición directa le genere algún problema de insolación.

La alimentación de los periquitos australianos

En lo que se refiere a su alimentación, la misma está basada en el consumo de alpiste, mijo y diversas semillas. En los veterinarios y centros especializados ofrecen alimentos o mixturas balanceadas que están compuestas por una mezcla de semillas enriquecidas con vitaminas y minerales, aportando los nutrientes necesarios para el adecuado desarrollo del ave.

La dieta de los periquitos australianos también deberá incluir alimentos húmedos como frutas y verduras; alimentos como las zanahorias, espinacas y lechugas, son ideales para fortalecer la salud de estas aves.

Asimismo, es preciso incluir en su alimentación semillas aceitosas y preparados a base de minerales que los ayuden a tener una adecuada digestión. El consumo de estos preparados tiene doble beneficio: por un lado, les aporta los minerales necesarios para su desarrollo; por otro, los ayuda a triturar las semillas que están contenidas en su buche, mejorando su digestión.    

Alimentos como el chocolate, el perejil y el aguacate, son nocivos para los periquitos australianos y deberán ser evitados a toda costa. Además, el consumo de otros productos como el pan deben ser dosificados adecuadamente a fin de alejar cualquier problema de sobrepeso en el animal.  

Reproducción y crías de los periquitos australianos

La cría en pareja de este tipo de ave permite un mejor control de los reproductores y sus crías. El éxito de la reproducción no es una cuestión complicada, solo es cuestión de contar con una jaula lo suficientemente amplia y especial para crías e incorporar un nido ya que sirve como incentivo para la procreación.

Por lo general, el nido es de madera con un orificio pequeño que facilita la entrada y salida de los reproductores. Además, cuenta con una puerta que sirve para revisar su interior en caso sea necesario. Es recomendable adquirir los que se instalan en el exterior de la jaula, ya que permite una mejor manipulación.   

Los ejemplares reproductores ponen, en promedio, entre dos y ocho huevos, en un tiempo de incubación que concluye a las dos o tres semanas. Los polluelos recién nacidos son indefensos y dependen de la alimentación directamente por sus padres. Después de la cuarta semana ya estarán en condiciones de dejar el nido.   

Con un tiempo de vida promedio de entre 4 y 6 años, los periquitos australianos son ideales como mascotas ya que no suelen dar mayores problemas en su cuidado, siendo una excelente alternativa para aquellos que desean iniciarse en la crianza de aves. Siguiendo los consejos indicados en esta mini guía, es posible criar con éxito a estas hermosas aves.