Pese a que muchos especialistas vinculan el origen del coronavirus a una hibridación de los virus de murciélagos y serpientes, lo cierto es que aún no está claro qué es lo que dio inicio a esta pandemia que está azotando a todo el mundo, ni tampoco existe algún vínculo que determine que los animales son fuentes de contagio o que los afecta de algún modo.
Algunas organizaciones dan cuenta que este virus solo se transmite entre los seres humanos y que los animales no se contagian ni son portadores del mismo. Así, no existirían motivos para pensar que nuestras mascotas pueden ser fuente de infección o que se encuentren en peligro como las personas.
Desde la Organización Mundial de la Salud – OMS refieren que, dada la información con la que se cuenta en la actualidad, no existe la suficiente evidencia de que los virus puedan afectar a los animales domésticos, lo que podría dar cierta tranquilidad a los dueños de las mascotas.
De acuerdo con el Colegio de Veterinarios de Barcelona, los perros y gatos son susceptibles de padecer enfermedades generadas por otros virus de la misma familia, pero no específicamente por el Covid-19, nombre con el que se le conoce a este tipo de coronavirus y al causante de los problemas actuales.
Con estos datos, es posible inferir que los animales domésticos no corren el mismo riesgo que las personas expuestas. No obstante, es preciso tomar en cuenta ciertos consejos a fin de prevenir cualquier complicación que pueda derivar en problemas de salud para nuestras mascotas.
Consejos para evitar el contacto del virus con las mascotas
Al igual que las personas, es conveniente evitar el contacto del animal con aquellas personas que han sido diagnosticadas con coronavirus. Esto, debido a que existen otros tipos de coronavirus que sí pueden causar enfermedades en los animales, por lo que limitar el contacto es la mejor forma de prevención.
En caso tengamos en casa algún paciente que haya dado positivo para coronavirus y la interacción con el animal sea inevitable, es necesario que el afectado utilice tapabocas todo el tiempo, incluyendo el momento en que está cerca del animal. En estos casos, no es necesario colocarle tapabocas al animal.
Todas las demás medidas para evitar la propagación del virus se aplican de la misma manera para el cuidado de la mascota. Así, es preciso interactuar lo menos posible con el animal y desinfectar los objetos que se utilizan para darle los alimentos, así como la correa y la zona en la que duerme.
Es conveniente limpiarle las patas al animal al ingresar al hogar cada vez que se le saque a hacer sus necesidades, además, de ser posible, desinfectarle las almohadillas con alcohol.
No existe necesidad de realizar ningún test de diagnóstico a la mascota, ni de efectuar algún cuidado especial para el animal. De todos modos, es recomendable mantener comunicación fluida con el veterinario, para despejar cualquier duda que pueda presentarse.
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