El Corgi galés de Pembroke es una de las razas de perros más populares en todo el mundo. Su adorable apariencia, y el hecho de que se conoce que son los perros favoritos de la reina Isabel II, han convertido a estos perros pastores en realeza canina. Aunque su dulce aspecto puede hacerte creer que son perros familiares y tranquilos, de hecho, los corgis tienen un temperamento peculiar que los hace adecuados para dueños más bien experimentados.
Quédate con nosotros y aprende todo sobre el perro Corgi Galés de Pembroke: repasaremos sus principales características, sus cuidados, su salud y consejos de entrenamiento para que podáis disfrutar de toda una vida juntos.
Origen del Corgi Galés de Pembroke
Se cree que el Corgi es una de las razas de pastores más antiguas del mundo, ya que su linaje se remonta al siglo XII. Los historiadores creen que descienden de perros traídos por comerciantes y conquistadores de origen flamenco y vikingos, y que además están relacionados con razas de Spitz como el Samoyedo o el Pomerania.
Lo que sí se sabe que con certeza es que sus antepasados fueron empleados en el sur de Gales como guardias y pastores. Se distinguen dos tipos: el Cardigan y el Galés. Sin embargo, la raza Cardigan se originó en el condado de Cardiganshire, mientras que la línea Pembroke comenzó en el condado de Pembrokeshire; de ahí sus nombres.
Fueron considerados de la misma raza hasta 1934, cuando se decidió establecer un estándar diferente para Cardigans y Pembrokes. Después de eso, la popularidad del Corgi Pembroke aumentó mientras que el Corgi Cardigan cayó en picado. Por si fuera poco, la raza Pembroke se hizo aún más famosa en el momento que la reina Isabel II se enamoró de estos perros cuando era niña y comenzó a criarlos.
Hoy en día, son una de las razas más conocidas en el mundo entero, y suelen mostrar sus habilidades en concursos de perros y como compañeros de miles de hogares en todo el mundo. Sin embargo, los Corgis de Pembroke se consideran en cierto “peligro” en su Gran Bretaña natal, ya que no se registran suficientes nacimientos de cachorros a medida que pasan los años.
Rasgos físicos del Corgi Galés de Pembroke
Esta raza tiene mucha fuerza concentrada en un cuerpo pequeño: los Corgis de Pembroke son largos y cortos, pero aún así fuertes y con cierta robustez. Sus patas, aunque no son precisamente largas, son gruesas y gruesas.
Su cabeza tiene forma de zorro y su expresión se mantiene en alerta. Tienen la nariz negra, ojos marrones redondos de tamaño mediano y orejas redondeadas y levantadas. Según el estándar de la raza, los Corgis tienen orejas de tamaño mediano, pero tienden a verse bastante grandes en proporción con su cuerpo.
Una de las principales diferencias entre el Corgi Cardigan y el Corgi Pembroke es su cola, ya que muchos de estos últimos nacen con colas muy cortas o sin cola, mientras que los primeros tienen colas largas, parecidas a las de un zorro.
El Corgi Galés de Pembroke tiene el pelo liso de longitud media con una capa interior gruesa. Pueden ser de color rojizo, dorados, negros o fuego, pudiendo presentar manchas blancas en patas, pecho y cuello.
El Corgi Galés de Pembroke suele ser más pequeño que el Cardigan, ya que mide alrededor de 25 a 30 cm hasta la cruz. El peso ideal para los machos es de 10 a 12 kg, mientras que las hembras suelen pesar entre 10 y 11 kg.
Temperamento y personalidad del Corgi Galés de Pembroke
Los Corgis de Pembroke tienen un temperamento activo, muy guardianes, y además son muy inteligentes. Si bien son amables y leales con su familia, no se encuentran entre las razas de perros más sociables.
Se trata de perros que tienden a ser cautelosos con los extraños y agresivos con los perros desconocidos si el encuentro no resulta favorecedor. Por eso es extremadamente importante socializarlos bien como cachorros para evitar la agresión y el miedo en la edad adulta. Además de una socialización adecuada, los Corgis necesitan entrenamiento: enseñarles las órdenes de los perros no es una opción, estos perros requieren una estimulación mental constante. Para educarlos y motivarlos, recomendamos utilizar siempre el refuerzo positivo.
Entre los problemas de comportamiento habituales de esta raza se encuentran los ladridos excesivos y la tendencia a arrear a la gente intentando marcar con el morro en los tobillos. Ambos comportamientos pueden canalizarse hacia actividades adecuadas mediante el refuerzo positivo y el ejercicio regular. Si tienes en cuenta sus necesidades, el Corgi Galés de Pembroke puede ser un excelente animal de compañía.
Los cuidados de un Corgi Galés de Pembroke
Mantener un Corgi cuidado estéticamente es bastante fácil. Por lo general, es suficiente cepillarlos dos veces por semana y no es necesario bañarlos con demasiada frecuencia, a no ser que se ensucien de verdad. De hecho, los baños frecuentes pueden dañar las protecciones naturales de su pelaje y resultar contraproducentes en la salud de esta raza.
Al ser perros pastores, los Corgis necesitan mucho ejercicio y compañía. Como son pequeños, no requieren tanto ejercicio como los pastores alemanes o belgas, pero necesitan varias caminatas moderadas al día y tiempo para jugar. Los deportes caninos pueden ayudar a canalizar su energía y agudizar sus habilidades, pero la agilidad generalmente no se recomienda, ya que pueden dañar la columna vertebral de la pequeña raza corgi.
Si hacen suficiente ejercicio, los corgis pueden adaptarse muy bien a la vida en un apartamento o casa pequeña, pero hay que tener en cuenta que pueden ladrar mucho. Si tu casa tiene un jardín, pueden hacer ejercicio allí.
Problemas de salud comunes del Corgi Galés de Pembroke
Entre las condiciones de salud más comunes de esta raza podemos encontrar la enfermedad de disco intervertebral (EDIV) y la displasia de cadera. Aunque estas condiciones son cada vez más raras, el Corgi Galés de Pembroke también tiende a sufrir las siguientes enfermedades:
- Epilepsia.
- Enfermedad de Van Willebrand.
- Atrofia progresiva de retina.
- Luxación del cristalino o ectopia lentis aislada.
- Enfermedad de cálculos renales o urolitiasis.
Para prevenir estas enfermedades y detectarlas a tiempo, es importante acudir al veterinario y realizar controles de forma periódica. También debes seguir los calendarios de vacunación y desparasitación.