Por lo general, el estrés, aquel estado de cansancio mental que suele ser provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al habitual, suele estar relacionado con los seres humanos; no obstante, nuestras mascotas también pueden sentirlo y, si no es tratado a tiempo, puede representar un problema mayor para el animal. Por ello, es importante identificar cuál es la raíz del problema y determinar las acciones a seguir para controlarlo.
En los perros, la raza es un factor determinante al momento de establecer la razón del por qué nuestra mascota está pasando por un momento de estrés. Esto se debe a que, según su raza, los animales tienden a ser más o menos nerviosos o reaccionan de forma diferente ante algún estímulo repetido.
El estrés en los perros también puede estar relacionado con sentimientos de ansiedad, excitación y miedo, ya que estas emociones, cuando son percibidas con frecuencia, pueden generarles hiperactividad y alteraciones en la conducta.
Efectos del estrés en los animales
Las consecuencias de estar expuestos a situaciones de estrés constante pueden generarles problemas de salud relacionados con un desequilibrio de su sistema inmunitario, lo cual lo deja expuesto a una serie de enfermedades e infecciones. Además, pueden sufrir alteraciones en la actividad gástrica y un aumento de la frecuencia cardiaca.
Algunos de los síntomas más habituales que presentan los perros con estrés incluyen hiperactividad, jadeo, agresividad, vómitos, agitación, sed excesiva, falta de apetito, conductas obsesivas, caída del pelaje, falta de atención y diarreas. En ciertos casos puede presentar una salivación abundante y rigidez en los músculos del cuerpo.
En los casos más extremos, el estrés les puede producir deseos de autolesión, ladrido crónico, problemas digestivos, falta de sueño y depresión.
Pautas para reducir el estrés en las mascotas
Si has logrado identificar algunos de estos síntomas en tu mascota, existen una serie de acciones que podrás realizar para reducir su nivel de estrés y mejorar su estado de salud.
El primer paso consiste en identificar la fuente que está causando un nivel de estrés alto. Puede que algo le esté produciendo miedo o intranquilidad y es preciso tener en claro qué es. Conocer la fuente nos servirá para saber qué medidas tomar al respecto.
A partir de ahí, tendremos que procurar brindarle un espacio más tranquilo, en el que se pueda mantener relajado durante el día y la noche.
Los adiestradores recomiendan sacar a pasear al perro dejando que el olfato les permita explorar el terreno de forma libre. El olfato es el sentido que más han desarrollado los perros y esta práctica conseguirá estimularlos y ayudar en su relajación.
Existe un método que puede ser útil para el control del estrés de las mascotas y es el denominado vendaje anti-ansiedad y que consiste en colocar una venda y envolver a la mascota en ciertos puntos estratégicos; esto la ayudará a recuperar su equilibrio emocional y elevar su nivel de confianza.
En los casos que las manifestaciones sean más intensas, no dudes en llevarlo a tu hospital veterinario; el especialista podrá determinar el tratamiento más adecuado para solucionar su problema.
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