La bartonella o bartonelosis felina es una enfermedad transmitida por pulgas y garrapatas que los gatos pueden contraer de forma más sencilla de la que pensamos. Los gatos a menudo no muestran síntomas en las primeras etapas de esta enfermedad, por lo que es importante pedirle a tu veterinario de confianza que examine al animal y le realice unas pruebas si tienes la más mínima sospecha tras leer este artículo. Si tu gato es exclusivamente un animal de interior, sus posibilidades de desarrollar bartonella o enfermedad del arañazo de gato (como a menudo se le llama como apodo) son bajas, pero aún debes tener en cuenta los riesgos.

¿Cómo se transmite la bartonelosis felina?

La bartonella está causada por una bacteria que se encuentra en las heces de pulgas y garrapatas. Si vives en un clima cálido y húmedo, es posible que tu mascota se encuentre con mayor riesgo de contraerla. Los gatos contraen bartonella principalmente cuando las heces de pulgas están presentes en su pelaje o piel y se lamen a sí mismos ingiriendo las bacterias de estas.

La misma bacteria también se puede transmitir a través de las garrapatas. Es fácil traer estos pequeños chupasangres a tu casa si vives cerca de un área boscosa o si tienes un perro al que le encanta moverse entre arbustos y hierba alta. Si los humanos u otros animales, sin saberlo, traen garrapatas a casa, incluso un gato de interior podría estar en riesgo de contraer la enfermedad. 

Es trabajo de los dueños de mascotas revisarlas regularmente para detectar signos de pulgas, picaduras de pulgas y garrapatas. Incluso con controles constantes, es posible que no encuentres a las pulgas, por lo tanto, ten cuidado con los arañazos excesivos o las mordidas. Dado que muchos gatos que contraen esta enfermedad no mostrarán síntomas durante semanas o incluso meses, es importante pedirle a su veterinario un análisis de sangre para determinar si tu mascota necesita tratamiento.

Si tu gato entra y sale de casa habitualmente, puede ser una buena idea que el veterinario realice el análisis de sangre como precaución, incluso si tu gato parece estar perfectamente sano.

¿Cuales son los síntomas?

Los gatos pueden transportar las bacterias en sus sistemas durante meses sin ningún síntoma, por lo que si tu mascota comienza a mostrar signos como glándulas inflamadas, letargo o dolor muscular, definitivamente deberías llevarle al veterinario. La mayoría de los gatos son tratados con antibióticos, vuelven para una prueba de seguimiento unos meses más tarde y no presentan más problemas. Afortunadamente, la bartonella no es una enfermedad mortal, pero aún es una enfermedad que los dueños de mascotas deben conocer y prevenir.

¿Pueden las personas tener fiebre por arañazo de gato?

El nombre de bartonella felina puede llevarte a creer que solo los gatos pueden contraerlo, pero el resto de la familia también es vulnerable a la infección. Desafortunadamente, la bartonella es una enfermedad zoonótica, lo que significa que se puede transmitir de gatos a humanos rascándose, mordiendo o acariciando. Los Centros para el Control de Enfermedades recomiendan que las personas inmunocomprometidas, como los niños pequeños o los ancianos, eviten jugar con gatos demasiados jóvenes, porque tienen más probabilidades de contraer la enfermedad. Todos los gatos pueden portar la bacteria de la bartonella felina, por lo que si alguien que vive en tu casa tiene un sistema inmunitario sensible, deben tener cuidado con los gatos posiblemente infectados.

Si un gato araña o muerde a alguien en casa, asegúrate de lavar el área de inmediato y mantenerla limpia. Si un arañazo de gato se pone rojo y excesivamente hinchado, busca atención médica.

Pero esto no es todo, ya que esta enfermedad también se puede transmitir sin morder o arañar. Si tú o alguien en tu casa tiene alguno de estos síntomas, deben hablar con su médico y considerar hacerse la prueba de la bartonelosis felina:

  • Fiebre.
  • Fatiga.
  • Dolor de cabeza.
  • Poco apetito.
  • Temblores.
  • Glándulas inflamadas o “estrías” en la piel.

Tampoco es necesario padecer todos estos síntomas para pensar que has podido la enfermedad, pero si sientes varios de ellos lo mejor es que acudas al médico. Si tu prueba arroja un resultado positivo, la buena noticia es que esta enfermedad no suele ser peligrosa para los humanos, pero puede requerir un tratamiento con antibióticos.

Otra cosa que debes recordar es que si tu gato ha dado positivo por bartonella felina (y no te muerde ni te rasca), es importante lavarse las manos y tener cuidado de acariciar a tu gato hasta que esté completamente libre de la infección.

¿Cómo cuidar a un gato enfermo con Bartonelosis?

Si tu gato da positivo por bartonella felina y tiene que tomar antibióticos, es posible que administrar medicamentos y tratar con un gatito algo irritado se vuelva una situación complicada en el hogar. Aquí hay algunos consejos para ayudar a que el proceso de tratamiento sea lo más fluido y eficaz posible:

  • Si tu gato está tomando antibióticos en forma de pastilla, puedes administrarle cada pastilla con un premio. Si su veterinario lo permite, incluso puedes aplastarlo en una pizca de comida húmeda para hacer una sabrosa albóndiga.
  • Elige una hora del día en que tu gato generalmente esté más tranquilo y silencioso para administrar el medicamento.
  • Facilita, siempre que sea posible, que tu gato tenga una habitación o espacio para alejarse, lejos de los niños y otras mascotas, hasta que se sienta mejor.
  • Encuentra tiempo para prestarle atención y mimos. Si busca cariño, solo acaríciala, pero recuerda siempre lavarte las manos después.
  • Sé paciente con tu gato y date cuenta de que su mal humor y malestar es solo temporal.
  • Cuando tu gato termine con los medicamentos y recupere algo de energía, recompénsalo con más juego y atención para fortalecer vuestro vínculo de nuevo.

La bartonelosis puede causar algunos problemas para ti y tu mascota, pero es una enfermedad que se puede identificar rápidamente con un análisis de sangre, y la mayoría de los tratamientos solo tardan entre dos y tres semanas hasta hacer desaparecer la enfermedad.