Nuestras mascotas son muy propensas a sufrir golpes de calor en los meses de verano. En esta época del año, la temperatura alcanza picos de calor que no solo son insoportables para los seres humanos sino también para los animales.

Esta alteración de la temperatura corporal del animal puede generarle no solo cambios en el estado de ánimo sino problemas de salud de consideración que es preciso evitar. Por ello, en el siguiente post te contamos cuál es la forma como debes de actuar ante el aumento de la temperatura corporal de tu mascota.    

¿Por qué puede elevarse la temperatura corporal de nuestra mascota?

De la misma forma que en las personas, la termorregulación se encarga de regular la temperatura corporal en los animales y mantenerla dentro de un rango constante y equilibrado. En caso de que la temperatura se eleve, nos encontramos ante un proceso febril, que puede ser ocasionado por agentes externos de origen microbiano o no microbiano. 

Por lo general, la causa más habitual de fiebre en las mascotas es de naturaleza infecciosa. También puede generarse debido a otros factores como inflamaciones, problemas inmunológicos y alteraciones neoplásicas. En otros casos menores, no existen causas determinadas. 

¿Qué hacer si la mascota manifiesta un estado febril?

Si nos encontramos ante la sospecha de fiebre en la mascota, lo mejor es medir la temperatura rectal con un termómetro. Una temperatura superior a los 39 grados puede considerarse moderada, mientras que si supera los 41 grados ya es fiebre alta.

Después, debemos mantener en observación al animal durante los primeros días. Una adecuada hidratación es indispensable para cuidar la salud de nuestra mascota, especialmente en los meses más calurosos. Deberás procurar que el animal cuente con agua limpia y fresca todo el tiempo, aun cuando la temperatura haya descendido.  

No intentes disminuir su temperatura corporal de forma drástica; te aconsejamos utilizar un trapo humedecido con agua fresca y colocarlo en su abdomen, poco a poco la temperatura irá disminuyendo paulatinamente.  

Si la fiebre no disminuye o presenta algunos otros síntomas, es posible que se trate de un asunto más complicado por lo que deberás llevarlo de cuanto antes al veterinario para que le realice la revisión correspondiente. 

¿Cómo proteger a nuestra mascota del calor excesivo del verano?

Durante los meses de verano, el calor excesivo también puede elevar la temperatura corporal de la mascota. por ello, conviene tomar ciertas precauciones para cuidar su salud:

Sacar a pasear a la mascota es indispensable para ejercitarla; sin embargo, es preciso evitar el paseo en horas en las que el sol está en su máximo esplendor. En los meses de verano, es conveniente pasearlo muy temprano por la mañana o después del atardecer; entre el mediodía y las cuatro de la tarde deberás restringir la salida debido a la intensidad de los rayos solares. 

Aunque el pelaje frondoso protege al animal de las alteraciones del clima, es recomendable mantenerlo con el pelo corto durante la temporada de verano. Sin embargo, no es aconsejable cortarlo mucho al nivel del rapado ya que puede exponer la piel a las inclemencias del tiempo.