Los anquilostomas, similares a las tenias y los gusanos, son un grupo de parásitos chupadores de sangre que pueden vivir en el sistema digestivo de tu gato. Pertenecen al género Ancylostoma. Estos parásitos afectan a una gran variedad de mamíferos, no solo a los gatos. Se les conoce como “anquilostomas” debido a la boca en forma de gancho con la que se anclan a las paredes intestinales los parásitos.
Sigue leyendo para saber más sobre las anquilostomiasis en gatos, sus posibles causas, los síntomas más comunes, cómo tratarlas y cómo prevenirlas en el futuro.
¿Qué son los anquilostomas en los gatos?
La anquilostomiasis felina es una enfermedad parasitaria causada por gusanos que pertenecen a la familia Ancylostomatidae, que incluye varias especies. Los gatos son los más afectados por Ancylostoma tubaeforme, Ancylostoma braziliense y Uncinaria stenocephala. En comparación con los perros, los gatos tienden a albergar relativamente pocos anquilostomas y, por lo general, estos son menos agresivos que las especies que se encuentran en los perros.
Los gatos se parasitan cuando las larvas L3 (tercer estadio larvario) entran en sus cuerpos. Esto puede suceder a través de la ingestión, al penetrar en su piel o al consumir la leche de una madre infectada. Las larvas se asientan en el intestino delgado del felino y continúan desarrollándose hasta llegar a su etapa adulta y final.
Este tipo de parásito tiene dientes para adherirse a la pared del intestino delgado de tu gato, causando un gran daño en la mucosa intestinal. La enfermedad a menudo se convierte en una enteritis ulcerosa traumática y los síntomas más comunes incluyen anemia, debilitamiento progresivo y pérdida de peso drástica.
Causas de los anquilostomas felinos
Generalmente, los ambientes cálidos y húmedos crean las condiciones perfectas para la proliferación de anquilostomas, especialmente en áreas donde hay hacinamiento y saneamiento deficiente. Los anquilostomas hembra ponen miles de huevos microscópicos que terminan en las heces del gato. Las larvas eventualmente eclosionarán de los huevos y permanecerán vivas en el suelo durante semanas o meses. Las vías de transmisión más comunes son las siguientes:
- Percutánea: las larvas penetran en el organismo a través de la piel del gato en zonas sin pelaje.
- Oral: suele ocurrir cuando el gato acicala sus patas después de haber estado en contacto con las larvas.
- Leche materna: los gatitos se infectan a través de la ingestión de leche de una madre parasitada.
Patogenia de la anquilostomiasis en gatos
Una vez que los parásitos llegan al intestino, se engancharán en la mucosa intestinal con su gran boca dentada. Esto provocará una inflamación intestinal traumática, lo que hará que el gato empiece a perder sangre. Los parásitos también secretan sustancias anticoagulantes que evitan que la sangre se coagule, asegurando un flujo sanguíneo constante. Esto produce anemia y debilidad general en el gato afectado.
Síntomas de anquilostomiasis en gatos
La mayoría de los síntomas visibles de la anquilostomiasis felina son consecuencia del proceso inflamatorio traumático intestinal que comienza una vez que los parásitos se han enganchado a las paredes intestinales. Estos son los signos clínicos más frecuentes que indican que los anquilostomas están afectando a un gato:
- Dermatitis
- Prurito en las patas
- Pérdida de peso en adultos.
- Crecimiento reducido en gatitos.
- Úlceras intestinales.
- Diarrea con sangre.
- Deshidratación.
- Desnutrición.
- Anemia progresiva.
- Membranas mucosas pálidas.
- Taquicardia.
- Insuficiencia respiratoria.
- Mala calidad del pelaje.
Si notas alguno de los signos clínicos mencionados anteriormente, debes contactar a tu veterinario inmediatamente. Ten en cuenta que los gatitos con parásitos son extremadamente susceptibles y estos parásitos pueden ser muy debilitantes, e incluso mortales.
Diagnóstico de anquilostomas en gatos
Es posible diagnosticar una anquilostomiasis antes de la aparición de los primeros síntomas mediante una prueba parasitológica. La mayoría de los síntomas mencionados anteriormente son inespecíficos y pueden atribuirse a diversas enfermedades o infecciones felinas. Sin embargo, si notas alguno de estos síntomas, es importante llevarlo a un veterinario para que lo diagnostique.
La prueba parasitológica más común para detectar este tipo de parásito se realiza a través de una técnica llamada flotación fecal. Esta técnica consiste en mezclar una pequeña cantidad de heces del gato con una solución especial. Esto hace que los huevos de anquilostomas floten y se adhieran a un portaobjetos de vidrio, donde pueden identificarse fácilmente a través de un microscopio.
Tratamiento de anquilostomiasis en gatos
Lo primero que se debe hacer si un gato está afectado por este parásito, es estabilizar al gato. Esto se hace proporcionando una nutrición adecuada, administrando fluidoterapia para corregir desequilibrios electrolíticos o deshidratación y valorando si es necesaria una transfusión de sangre. También se debe administrar un medicamento antiparasitario llamado antihelmíntico.
La mayoría de los antihelmínticos pueden matar las larvas adultas, pero son ineficaces para tratar las larvas en sus primeras etapas. Para que el tratamiento tenga éxito, se deben administrar otra dosis cada 2 semanas. De esta forma, el medicamento es capaz de matar las larvas adultas que maduraron después del tratamiento anterior.
Prevención de anquilostomas en gatos
La mejor manera de prevenir los parásitos en los gatos es mediante la desparasitación periódica.
En el caso de las gatas gestantes, es recomendable desparasitarlas al final de la gestación con el fin de reducir las posibilidades de transmitir la infección a los gatitos a través de la leche. En cuanto a los gatitos cachorros, hay que desparasitarlos a las 6 semanas. Luego se debe repetir el tratamiento cada 2 o 3 semanas hasta los 3 meses. A partir de entonces, se recomienda realizar una desparasitación interna y externa preventiva cada 3 meses.
La higiene estricta en el hogar es especialmente importante si el gato puede entrar y salir de la casa. La eliminación adecuada de las heces de los gatos es importante, ya que las heces deben retirarse de las cajas de arena todos los días.
¿Pueden los humanos contraer los anquilostomas de los gatos?
Sí, los anquilostomas felinos son zoonóticos, lo que significa que pueden transmitirse a las personas. Los anquilostomas no infectan internamente a los humanos como lo hacen en gatos o perros, pero pueden causar una enfermedad de la piel llamada larva migratoria cutánea. Esto solo puede ocurrir si los humanos entran en contacto con un gato parasitado o con arena contaminada con sus heces. La infección provoca una dermatitis leve acompañada de una sensación de picor.