Bien sea porque nuestra mascota haya alcanzado la edad adulta o corresponda realizarle un chequeo de rutina, es posible que sea necesario realizarle algún análisis de sangre, con el fin de corroborar o descartar cualquier problema de salud. 

A través de las muestras de sangre, pueden analizarse los glóbulos rojos, glóbulos blancos y las plaquetas, que son consideradas la parte sólida de la sangre, así como la parte líquida, de donde se extrae información sobre los electrolitos, proteínas, minerales y glucosa.

Ahora bien, muchas veces puede resultar un poco confuso entender la relevancia o el impacto de la información que una analítica de sangre canina puede ofrecernos; por ello, hoy vamos a ayudar a entender qué significa esta prueba de laboratorio, una de las más comunes que se practican en las clínicas veterinarias. 

¿Qué debemos encontrar en un análisis de sangre canino?

Uno de los puntos claves en una prueba de sangre es que ofrece un conjunto de valores referenciales sobre determinadas sustancias y comportamientos bioquímicos del cuerpo. Así, en base a cada valor de referencia, se interpreta el impacto de lo obtenido en cada caso. 

Veamos cuales son estos valores: 

Hemograma

Una de las primeras secciones del análisis de sangre es el hemograma. Es aquí en donde se analiza el comportamiento de los glóbulos rojos, glóbulos blancos y las plaquetas. 

Los glóbulos rojos nos señalan cómo se encuentra el transporte de oxígeno en la sangre del animal, puesto que esta es su función principal. Cuando los valores se encuentran por debajo de lo normal, puede sugerir la existencia de anemia canina

En algunos casos, si el valor de los glóbulos rojos está muy por debajo de la cantidad mínima para la supervivencia, el análisis de sangre nos ofrece una alerta sobre la necesidad de acciones inmediatas, pues la vida del animal peligra. 

También en el hemograma se puede analizar el comportamiento de coagulación del animal, un valor clave para que el perro pueda ingresar a intervenciones quirúrgicas o, incluso, entender la incidencia de algunas enfermedades congénitas

Además, a través del valor del conteo de plaquetas, puede conocerse de la presencia de hemorragias internas, mientras que un valor elevado sugiere el riesgo inminente de la formación de trombos en el perro

En el hemograma también hay que darle relevancia a los valores de glóbulos blancos, siendo los más utilizados a la hora de analizar una muestra de sangre. Dentro de este grupo, existen tres valores a tener en cuenta: los neutrófilos, los eosinófilos y los linfocitos. 

En el caso de los neutrófilos, son los indicativos de procesos infecciosos bacterianos, al ser los primeros en atacar, mientras que cuando se trata de algún virus, el valor suele estar por debajo del indicativo. 

Los eosinófilos en aumento, indican alergias o la presencia de algún parásito. Por su parte, los linfocitos pueden indicar enfermedades virales al estar en niveles bajos; en algunos casos, hasta puede ser indicador de leucemia. 

 Bioquímica del perro

En el siguiente apartado del análisis de sangre, encontramos el recuento de diferentes sustancias que pertenecen a la bioquímica del perro y nos permite conocer su estado actual, así como el funcionamiento de sus órganos. 

Entre estos valores químicos están las proteínas, donde se analizan los valores de la albúmina y las inmunoglobulinas. En valores elevados suelen indicar deshidratación, mientras que en valores bajos, son indicador de la necesidad de profundizar los estudios. 

La glucosa nos muestra el valor de azúcar en sangre que está circulando. Un valor bajo puede ser la explicación para la debilidad, convulsiones y otros cuadros más complejos. 

En el caso de la creatinina, este valor está relacionado con el funcionamiento renal que, junto con la urea en niveles elevados, son indicadores de insuficiencia renal. 

Por último, la bilirrubina, que es producto de desecho del hígado como consecuencia de la destrucción normal de los glóbulos rojos, es un valor ideal para conocer el funcionamiento del hígado. Un valor elevado puede sugerir algún problema hepático o un posible caso de anemia. 

En algunos casos, se agregan los valores de sodio y potasio en sangre. Estos, no suelen ser parte de la rutina general de la analítica, pero son tomados en cuenta cuando existen sospechas de daño renal severo, en especial si las analíticas previas de urea y creatinina han salido alteradas. 

Otro valor no muy frecuente, pero que puede ser solicitado, es el colesterol. En el caso de los perros, su relevancia no es la misma que en los humanos, pues ellos no están expuestos a riesgo de taponamiento por colesterol en las arterias, por lo que representa solo un valor referencial para sospechas de enfermedades de la tiroides o una dietética incorrecta. 

¿Por qué debemos hacerle analíticas en sangre a nuestro perro?

La toma de una muestra de sangre para su análisis es la técnica de estudio veterinario más común que existe. Se trata de una especie de fotografía del funcionamiento del animal y la manera más expedita de visualizar aquello que puede estar aquejando al animal. 

La toma de la muestra es muy sencilla y suele hacerse de la pata delantera del perro. De una misma muestra pueden tomarse los valores habituales de la analítica y aprovechar la revisión de los valores especiales basados en cualquier hipótesis del médico. 

Si el perro sufre algún diagnóstico persistente, posee una sintomatología extraña en el último tiempo o es de avanzada edad, la analítica en sangre es el punto clave para poder arrojar una visión adecuada sobre lo que puede estar pasando. 

Y aunque no es posible hacer un diagnóstico certero solo desde la analítica, los valores de referencia le dan al veterinario una idea de hacia dónde puede dirigir los esfuerzos y en qué aspectos debe concentrarse con mayor detenimiento. 

El análisis de sangre en los perros puede ser la clave para lograr que la mascota supere algún tipo de infección, se le diagnostique a tiempo cualquier padecimiento grave o pueda estar preparado para soportar una intervención quirúrgica; conocer los valores de referencia nos ayuda a entender mejor las indicaciones del veterinario a cargo.