Las serpientes representan un grupo único de reptiles. Como animales sin extremidades, las serpientes han inspirado tanto fascinación como miedo, ya que muchas de ellas pueden ser mortalmente venenosas. Sin embargo, no muerden por malicia y no van en busca de enemigos. Hay mucho de ellas que todavía no se conoce a nivel popular…

En este artículo, conocerás 5 datos que no conocías sobre las serpientes:

1. Los tamaños de las serpientes varían mucho

Las serpientes son un grupo muy diverso en términos de tamaño. Por ejemplo, existen algunos ejemplares diminutos, como la culebra hilo de Barbados (Tetracheilostoma carlae) con una longitud de unos 10 cm. También hay especies enormes, por ejemplo, la anaconda verde (Eunectes murinus), originaria de América del Sur. Hay registros que indican que esta especie puede crecer más de 6 metros de largo y pesar alrededor de 35-80 kilos.

2. Sus sentidos son asombrosos

Es interesante ver cómo los sentidos de las serpientes difieren de una especie a otra. Por ejemplo, algunas especies tienen una visión muy limitada, mientras que algunas especies arborícolas de los bosques tropicales tienen una visión bien desarrollada, como la culebra loro (Leptophis ahaetulla), que vive en América Central y del Sur.

Las serpientes pueden no tener un oído externo o medio, pero no son sordas porque tienen un oído interno que les permite sentir las vibraciones en el suelo para cazar y mantenerse alerta. Estos reptiles perciben muy bien las vibraciones en el suelo, lo cual es necesario para el estado de alerta y la caza.

Una de las mayores curiosidades de las serpientes es que hacen un gran uso de sus lenguas bífidas, que se mueven constantemente fuera de la boca, para percibir olores. Usan sus lenguas para atrapar partículas a medida que viajan a través de sus bocas. Esto les permite atrapar rastros químicos en estructuras llamadas órganos de Jacobson. Estos se ubican en el techo de la boca y están recubiertos de tejido olfativo para que puedan oler a sus presas oa sus depredadores.

Las serpientes, pitones y boas se distinguen por su capacidad de sentir el calor, ya que tienen estructuras y órganos que pueden medir la temperatura. Los agujeros en la cara entre las fosas nasales y los ojos tienen membranas especiales que detectan la radiación infrarroja de posibles presas o depredadores. Gracias a estas estructuras, son capaces de detectar a sus presas incluso en ausencia de luz, puesto que perciben el calor generado por el otro individuo.

3. Tienen diferentes formas de moverse

Aunque no tienen patas, las serpientes pueden moverse libremente porque han desarrollado ciertas estrategias de locomoción. De hecho, algunas especies son realmente rápidas y se mueven de una manera muy efectiva y sin duda curiosa.

Las serpientes suelen moverse por ondulaciones laterales, caracterizadas por un movimiento en forma de S. El movimiento es posible gracias a la propulsión del animal contra las irregularidades de la superficie. Sus numerosas vértebras cortas y anchas les permiten realizar estos movimientos rápidos.

Las serpientes también pueden moverse con un modo de locomoción conocido como “sidewinding”. Este tipo de movimiento se logra mediante ondulaciones verticales y laterales, con la cabeza en un plano vertical casi perpendicular a la dirección del movimiento y todos los segmentos con una inclinación distinta de cero.

También es posible que las serpientes se muevan en línea recta, y esto es especialmente común en las especies más pesadas. Esta locomoción se llama rectilínea. 

4. Tienen diferentes estrategias de caza y formas de alimentación

Cuando cazan, las serpientes son criaturas muy ágiles y consumen una variedad de animales según el hábitat y el tamaño de la serpiente. Las especies de serpientes venenosas usan su mordedura venenosa para matar a sus presas antes de comérselas. 

Las que no tienen veneno, por otro lado, capturan y matan a sus presas por constricción, aunque algunos aún pueden comer a sus presas vivas.

5. Tienen formas muy diferentes de reproducirse

Las serpientes tienen una forma extraña de reproducirse. Aunque todas las serpientes tienen fertilización interna, difieren en sus métodos de reproducción. Hay especies que ponen huevos, como las pitones, que cuidan su nido hasta que nacen las crías. Otras especies, como las serpientes de cascabel, son ovovivíparas, lo que significa que los embriones se desarrollan en huevos que permanecen en el cuerpo de la madre hasta que eclosionan. Las boas, por otro lado, son vivíparas, lo que significa que el embrión se desarrolla en el cuerpo de la madre sin caparazón. En otras palabras, dan a luz a bebés serpientes vivos. Muchas hembras que dan a luz después se comen a sus crías.

 

La mayoría de las serpientes nacen a través de la reproducción sexual. Esto significa que dos ejemplares (uno hembra y otro macho) se aparean entre sí. Curiosamente, algunas serpientes se reproducen asexualmente. Las hembras pueden almacenar esperma y decidir cuándo fertilizar los óvulos, que pueden poner en diferentes intervalos después de la cópula.

¿Conocías estas curiosidades sobre las serpientes? ¡Resultan ser seres con muchas características peculiares!